¿Responsabilidad empresarial sin obligaciones?

Reglas vinculantes para empresas – protección para las
personas y el medio ambiente

Claudia Müller-Hoff (FDCL, 2015). Fuente: Observatorio de Multinacionales de América Latina (OMAL).

El crecimiento económico en Alemania y otras naciones industrializadas se basa en el uso ascendente de materias primas, particularmente minerales (p.ej. cobre, hierro, oro, aluminio) y recursos energéticos (p. ej. petróleo, gas y carbón). Este modelo económico conduce a masivas injusticias sociales y ecológicas a nivel global. Mientras que en Alemania y en la Unión Europea (UE) este modelo siga siendo respaldado a través de la liberalización comercial y el fomento económico, aumentará internacionalmente la crítica y se emprenderá el intento por trazar y abrir caminos alternativos.

En este contexto, la discusión sobre una regulación de la actividad empresarial desde la perspectiva de los derechos humanos, adquiere una mayor importancia. A nivel de la ONU ha comenzado la elaboración de un instrumento vinculante en materia de derechos humanos para empresas transnacionales, la UE trabaja en una regulación sobre minerales conflictivos y cada vez más países introducen la responsabilidad penal para empresas. Con este folleto [1] el FDCL ofrece una visión general sobre dichas propuestas y desarrolla una argumentación complementaria a partir del ejemplo, muy relevante para Alemania, del sector de materias primas en Latinoamérica.

Lo que es válido para la UE, es aún más válido para Alemania. Latinoamérica tiene un significado central para el suministro alemán de energía y de materias primas, por eso, el gobierno federal alemán ha intensificado sus relaciones con la región en los ámbitos económico, de inversiones y comercial. Esto se ha llevado a cabo con el objetivo específico de garantizar a la industria alemana el libre acceso a las materias primas, así como a garantizar la venta libre de productos alemanes. Por ello, en concordancia con la Comisión Europea, Alemania demanda a un alto nivel la protección de inversiones y la supresión de barreras comerciales. Esto puede incluír también regulaciones en materia de medio ambiente y de salud pública. La política de desarrollo, es también puesta al servicio del fomento económico alemán, ya que ésta puede “contribuir a que en los países socios, a través del establecimiento de un sector de materias primas estable y eficiente, con actores estatales competentes, sean creadas las condiciones necesarias para un clima favorable a la inversión, a partir del cual también pueda beneficiarse la economía alemana.

Puedes leer el informe completo aquí.

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