La pena de muerte en 2016: Datos y cifras

1.032 ejecuciones en todo el mundo en 2016. EE. UU. es el 7º país del mundo donde se llevan a cabo más ejecuciones; por primera vez desde 2006 no está entre los cinco primeros. 3.117 condenas a muerte en todo el mundo en 2016. Más de 2/3 de los países del mundo son abolicionistas en la práctica

Fuente: Amnistía Internacional


Cifras globales

En 2016, al menos 1.032 personas fueron ejecutadas en 23 países. En 2015, Amnistía Internacional registró 1.634 ejecuciones en 25 países del mundo: un máximo histórico que no se había alcanzado desde 1989.

La mayoría de las ejecuciones tuvieron lugar en China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Pakistán, por este orden.

China siguió siendo el mayor ejecutor del mundo, aunque se desconoce la verdadera magnitud del uso de la pena de muerte allí, pues los datos al respecto se consideran secreto de Estado. En la cifra global de al menos 1.032 no están incluidas los miles de ejecuciones que se cree se han llevado a cabo en China.

Excluyendo a China, el 87% de las ejecuciones tuvieron lugar en tan sólo cuatro países: Irán, Arabia Saudí, Irak y Pakistán.

Por primera vez desde 2006, Estados Unidos no se encontraba entre los cinco países que más ejecuciones realizaban: había descendido al séptimo lugar, por detrás de Egipto. Las 20 ejecuciones llevadas a cabo en Estados Unidos fueron la cifra más baja en el país desde 1991.

Durante 2016, se tuvo constancia de que 23 países —aproximadamente 1 de cada 8 de los países del mundo— habían llevado a cabo ejecuciones. Esta cifra constituye una reducción considerable respecto a hace 20 años (40 países llevaron a cabo ejecuciones en 1997). Bielorrusia, Botsuana, Nigeria y las autoridades del Estado de Palestina reanudaron las ejecuciones en 2016; Chad, India, Jordania, Omán y Emiratos Árabes Unidos —todos ellos países que ejecutaron a personas en 2015— no informaron de ninguna ejecución el año pasado.

Un total de 141 países de todo el mundo —más de dos terceras partes— son abolicionistas en la ley o en la práctica.

En 2016, dos países —Benín y Nauru— abolieron la pena de muerte en la ley para todos los delitos. En total, 104 países la han abolido, la mayoría de los del mundo. Sólo 64 países eran totalmente abolicionistas en 1997.

En 2016 se registraron indultos o conmutaciones de condenas a muerte en 28 países. Al menos 60 personas que habían sido condenadas a muerte resultaron exoneradas en 9 países en 2016: Bangladesh (4), China (5), Ghana (1), Kuwait (5), Mauritania (1), Nigeria (32), Sudán (9), Taiwán (1) y Vietnam (2).

Amnistía Internacional registró 3.117 condenas a muerte en 55 países en 2016: un incremento significativo respecto al total de 2015 (1.998 condenas en 61 países). Se registraron aumentos considerables en 12 países, pero en algunos, como Tailandia, el incremento se debió al hecho de que las autoridades proporcionaron información detallada a Amnistía Internacional.

Al final de 2016 había al menos 18.848 personas condenadas a muerte. En el mundo se utilizaron los siguientes métodos de ejecución: decapitación, ahorcamiento, inyección letal y muerte por arma de fuego. Se llevaron a cabo ejecuciones públicas en Irán (al menos 33) y Corea del Norte.

Se tuvo noticia de que en 2016 se había ejecutado en Irán al menos a dos personas que tenían menos de 18 años en el momento de cometerse el delito por el que habían sido condenadas a muerte.

En muchos países donde hubo condenas a muerte o ejecuciones, los procedimientos judiciales no cumplían las normas internacionales sobre juicios justos. En algunos casos, tal incumplimiento supuso la obtención de “confesiones” mediante tortura u otros malos tratos; esto sucedió, entre otros lugares, en Arabia Saudí, Bahréin, China, Corea del Norte, Irak e Irán.

Análisis regional

América

Por octavo año consecutivo, Estados Unidos fue el único país en llevar a cabo ejecuciones en la región de América, y dio muerte a 20 personas en 2016 (8 menos que en 2015). Esta fue la cifra más baja de ejecuciones registrada en un solo año desde 1991. Esta cifra de ejecuciones es la mitad que la de 2007, y un tercio que la de 1997.

Cinco estados practicaron ejecuciones en 2016, en comparación con los seis del año anterior. El número de ejecuciones llevadas a cabo en Georgia se multiplicó casi por dos comparado con el año anterior (de 5 a 9), mientras que la cifra se redujo a casi la mitad en Texas (de 13 a 7). Juntos, estos dos estados fueron responsables del 80% de las ejecuciones llevadas a cabo en el país durante el año. Sin embargo, al final de 2016 aún había 2.832 personas condenadas a muerte en Estados Unidos.

El número de condenas a muerte dictadas en Estados Unidos también se redujo: de 52 en 2015 a 32 en 2016 (una disminución del 38%). Es la cifra más baja registrada desde 1973.

Sólo otros tres países de la región, Barbados, Guyana y Trinidad y Tobago, impusieron condenas a muerte en 2016. Dos países del Caribe —Antigua y Barbuda y Bahamas— conmutaron sus últimas condenas a muerte.

Asia y Oceanía

En 2016 se llevaron a cabo al menos 130 ejecuciones en 11 países: un descenso respecto a las al menos 367 realizadas en 12 países en 2015. Esto se debió sobre todo a Pakistán, donde las ejecuciones disminuyeron en 239 (un 73%). La cifra de Asia y Oceanía no incluye las ejecuciones llevadas a cabo en China, donde se seguían contando por millares. No obstante, se ignora la verdadera magnitud del uso de la pena de muerte en China, ya que los datos al respecto son secreto de Estado.

Hubo nueva información sobre ejecuciones en China, Malasia y Vietnam que puso de manifiesto hasta qué punto estos gobiernos mantienen su uso de la pena de muerte en secreto. Ante las presiones del Parlamento, Malasia reveló que había ejecutado a nueve personas en 2016, y que, a 30 de abril de 2016, había 1.042 personas condenadas a muerte.

Los nuevos datos recibidos de Vietnam mostraron que este país es uno de los que más ejecuciones lleva a cabo del mundo. Según un informe del Ministerio de Seguridad Pública vietnamita que se hizo público en febrero de 2017, entre el 6 de agosto de 2013 y el 30 de junio de 2016 se había ejecutado a 429 presos. Sólo China e Irán ejecutaron a más personas durante ese periodo.

Se impusieron en la región al menos 1.224 nuevas condenas a muerte en 18 países, un aumento considerable respecto a las al menos 661 de 2015 (un incremento del 85%). Este incremento está relacionado con los considerables aumentos de estas cifras en Bangladesh, India, Indonesia, Pakistán y Tailandia, país este último donde, por primera vez en los últimos años, las autoridades comunicaron a Amnistía Internacional una cifra total de 216 nuevas condenas a muerte.

Maldivas y Filipinas tomaron medidas en la dirección errónea: hacia la reanudación de las ejecuciones después de más de seis decenios, y hacia la reintroducción de la pena de muerte, respectivamente.

África Subsahariana

El uso de la pena de muerte en el África subsahariana fue ambivalente. Aunque se registraron menos ejecuciones, el número de condenas a muerte de que se tuvo noticia aumentó un 145%. Se llevaron a cabo al menos 22 ejecuciones en 5 países, frente a las 43 practicadas en 4 países en 2015.

Las condenas a muerte aumentaron de 443 en 2015 a al menos 1.086 en 2016, debido principalmente a un incremento en Nigeria (de 171 a 527), que impuso este año más condenas a muerte que ningún otro país, salvo China. El peligro de que se ejecute a personas por delitos que no cometieron sigue siempre presente: la mitad de las exoneraciones registradas en el mundo en 2016 tuvieron lugar en Nigeria (32).

Europa y Asia Central

En Europa y Asia Central, Bielorrusia reanudó las ejecuciones tras un paréntesis de 17 meses. Bielorrusia y Kazajistán fueron los únicos dos países de la región que utilizaron la pena de muerte.

Oriente Medio y Norte de África

El número de ejecuciones registradas en Oriente Medio y el Norte de África descendió un 28% respecto al año anterior: de 1.196 en 2015 a 856 en 2016.

Irán solo fue responsable del 66% de todas las ejecuciones registradas en la región. Sin embargo, la cifra total de ejecuciones llevadas a cabo en Irán se redujo un 42% (de al menos 977 a al menos 567), comparada con el año anterior.

Arabia Saudí ejecutó al menos a 154 personas, con lo que mantuvo el alto nivel alcanzado en 2015 (158), que constituyó la cifra más alta registrada en ese país desde 1995.


Pena de muerte: China, el mayor verdugo del mundo, debe reconocer el nivel “grotesco” del uso que hace de la pena capital.


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