Fuente: Acción contra el hambre
La inseguridad alimentaria y la desnutrición en Mauritania, amenazan a 1,2 millones de personas en el inicio del periodo de escasez entre cosechas. Uno de cada cinco niños sufre desnutrición aguda.La desnutrición es un reto importante para la salud pública, agravada por el afianzamiento de ciertos comportamientos negativos en la alimentación, la higiene y la salud.
Acción contra el Hambre ha elaborado unaguía de inspiración islámica para promover las buenas prácticas en higiene, salud y nutricióna través de mensajes basados en el Corán.
Ya en el inicio de la soudure, o periodo de escasez entre cosechas, que afecta a todo el Sahel, medio millón de personas necesitan ayuda humanitaria de emergencia en Mauritania, con siete provincias en una situación de inseguridad alimentaria severa. Un país en el que la mitad de la población no tiene acceso a un servicio básico como una fuente mejorada de agua. Un estado de vulnerabilidad vinculado a factores socioeconómicos como el desarrollo y el acceso a servicios sociales básicos. Cada vez más, “las familias con menos recursos se ven obligados a recurrir a estrategias de supervivencia perjudiciales a medio y largo plazo para sus medios de vida”, señala Pilar Charle, nutricionista de Acción contra el Hambre.
“Con una mayoría casi del 100% de población musulmana, Mauritania se rige bajo principios como la tolerancia, el perdón o la redistribución de riqueza. El Islam, no es solo una religión, es una cultura, una forma de entender el mundo, con una gran capacidad de movilización. Representa un conjunto de valores y tradiciones, donde la gente puede ver reflejado su sentimiento de pertenencia a la comunidad”, añade Pilar.
El Islam, a través de sus textos básicos como el Corán o la Sunna, da una orientación sobre qué hábitos adoptar en cuanto a higiene, nutrición y salud para mantener un estilo de vida saludable. Si bien es cierto que el Islam prohíbe determinados alimentos, se ha ocupado de identificar aquéllos que son legítimos y beneficiosos para guiar a los musulmanes, favorecer el crecimiento y preservar la salud.
Acción contra el Hambre, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Islámicos y Educación original (MAIEO), y el Ministerio de Salud mauritanos, ha elaborado una guía de inspiración islámica que busca fomentar las buenas prácticas en higiene, salud y nutrición a través de mensajes basados en el Corán y promover así la salud pública y contribuir al proceso de cambio en el comportamiento de las comunidades. “Un manual que aborda la nutrición, la higiene y la salud, pensado tanto para los imanes de las mezquitas y los estudiantes de las mahadras, como para el ámbito escolar, cultural y el público en general”, indica Pilar Charle.
“Y las madres que quieren dar una lactancia materna completa, amamantarán a sus hijos dos años completos” (Sura 2, La Vaca, verso 233)
Las fuentes de inspiración islámica, como el Corán o la Sunna, y las opiniones y acotaciones de los estudiosos, suponen un argumento sólido para legitimar y proporcionar mayor importancia a las enseñanzas de los textos, y a los comportamientos deseados. “El conocimiento que los ciudadanos adquieren debe servir como una oportunidad para el cambio y el afianzamiento de comportamientos positivos”, concluye Pilar Charle.
“Para la alimentación de las mujeres en periodo de lactancia, la jurisprudencia islámica establece que “aumentar la ración de alimentaria a la madre lactante le permitirá adquirir la fuerza necesaria para amamantar correctamente” (Khalil Ibn Ishah, al Maliki).
“Tenemos un deber con nuestro cuerpo” (Transmitido por Bujari). Sobre el lavado de manos, el Profeta (BP) dijo: “Cuando uno se despierta, no introduce sus manos en el recipiente antes de lavarse tres veces, porque no sabe con qué ha estado en contacto durante la noche” (Bujari y Muslim).
Esta guía ideada por la organización aborda la relación del Islam con la desnutrición, la salud, la lactancia de niños de 0 a 24 meses; con la higiene de los alimentos, del cuerpo y del medio ambiente; con las mujeres embarazadas y lactantes; con las responsabilidades del cabeza de familia en el bienestar de la familia; con la dieta equilibrada y sus beneficios. “El apoyo de los textos religiosos sirve así a la labor de promoción y movilización social, para corregir los hábitos perjudiciales en nutrición, salud e higiene, y afianzar valores fundamentales positivos, útiles para el individuo, la familia y la comunidad.