Fuente: Oxfam Intermón
Con motivo del tercer aniversario del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para controlar la migración y el retorno de personas migrantes “irregulares”, Oxfam y otras 24 ONG han denunciado que este acuerdo solo ha dado lugar a políticas y prácticas peligrosas, ineficaces, insostenibles y cortas de miras.
En una carta abierta dirigida a las y los líderes europeos, Oxfam y las otras ONG firmantes señalan que hasta 20.000 personas continúan atrapadas en campos europeos en condiciones inhumanas y de inseguridad y falta de higiene.
Oxfam Intermón pide a todos los partidos políticos que concurren a las próximas elecciones en España que incluyan en sus programas electorales un compromiso con la puesta en marcha de los Pactos Internacionales de Refugio y Migración que incluyen un mecanismo claro de responsabilidad compartida en términos de asilo.
La organización añade que esto debe traducirse en dar los pasos necesarios en Europa y así aliviar el sufrimiento de todas las personas que están hacinadas en Grecia esperando protección internacional.
“Salvar vidas debe ser un mandato comunitario incuestionable, así como proteger y amparar a las organizaciones que trabajan en ello, repartiendo la responsabilidad de acogida por las solicitudes de asilo entre los países de la UE, y priorizando una política de vías legales y seguras autorizando la solicitud de asilo en consulados y embajadas de los Estados miembros de la UE”, ha explicado Eva Garzón, responsable de Desplazamiento Global de Oxfam Intermón.
Condiciones precarias
Actualmente, cerca de 12.000 personas se están viendo obligadas a pasar el invierno en centros de recepción y registro, duplicando su capacidad máxima, durmiendo en tiendas sin calefacción o contenedores con limitado acceso a agua corriente o electricidad. Ante la falta de seguridad o protección adecuada, estas personas quedan expuestas a la violencia, el acoso y la explotación.
Las organizaciones humanitarias denuncian que estas terribles condiciones son consecuencia de la política europea de aislar a las personas solicitantes de asilo en los centros de registro de las islas griegas, en lugar de ofrecerles refugio en otros lugares de la Europa continental.
Como resultado, mientras que el número de solicitudes de asilo en Europa disminuye, las solicitudes en Grecia y sus islas han aumentado de forma significativa durante los últimos tres años. Por ejemplo, en la isla de Lesbos el número de solicitudes de asilo se ha más que triplicado, hasta superar las 17.000 en 2018.
Renata Rendón, responsable de la misión de Oxfam en Grecia, afirma:“La Unión Europea permite que las personas continúen atrapadas en condiciones desoladoras mientras intenta, en vano, retornarlas a Turquía. Las y los líderes europeos están eludiendo su responsabilidad de proteger a las personas que huyen de la guerra y la persecución, cuando lo que deberían hacer es darles apoyo en su momento de mayor vulnerabilidad”.
Marion Bouchetel,oficial de incidencia política de Oxfam en Grecia, apunta: “En lugar de repartir la responsabilidad de forma justa, estas políticas ponen a Grecia bajo una gran presión. Instamos a las y los líderes europeos a poner fin a estas políticas injustas e innecesarias”.
Oxfam y otras ONG hacen un llamamiento a las y los líderes de la Unión Europea a:
- acordar urgentemente disposiciones justas y sostenibles para compartir responsabilidades en cuanto a las personas solicitantes de asilo que llegan a Europa, para garantizar la capacidad de los Estados miembro de ofrecer condiciones dignas y decentes.
- urgir al Gobierno griego que suspenda de forma inmediata las restricciones al movimiento que retienen a las personas solicitantes de asilo en las islas griegas en condiciones precarias y peligrosas, lo que además perjudica injustamente a las personas residentes.
- asegurar que Grecia destina los fondos europeos disponibles a garantizar servicios básicos, como asistencia médica y jurídica.
- apoyar la creación de un sistema de asilo justo y eficaz y un plan de recepción e integración sostenible y a largo plazo para las personas refugiadas en Grecia.