Este acuerdo supone anular el derecho internacional al asilo
Madrid, 9 de marzo de 2016.- Ante el acuerdo alcanzado por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y Turquía, que supone de facto anular el derecho internacional al asilo, reclamamos a los estados miembro que dejen de jugar con la vida de las personas y se respete el derecho a la salud de todas ellas.
“En Grecia, el 60% de nuestros pacientes son niños y niñas. Presentan enfermedades respiratorias, hipotermias, problemas digestivos y por supuesto, todo tipo de traumas físicos y psicológicos”, recuerda Sagrario Martín, presidenta de la organización humanitaria en España. “Dejen de planificar cómo devolverles a la casilla de salida y empiecen a pensar cómo facilitarles una vida digna”, exige.
El reciente acuerdo implica poner en marcha un programa para deportar de manera inmediata a Turquía a todas las personas migrantes -incluidas las sirias y de cualquier otra nacionalidad que demanden asilo-, que lleguen a la UE a través de este país, a cambio de que los Estados miembros reubiquen a un número equivalente de refugiadas y refugiados sirios asentados ya en Turquía. Esto supondría que no se facilitarán reasentamientos legales en Europa de personas que huyen de la guerra y el hambre si compatriotas no arriesgan antes su vida en el mar Egeo.
Médicos del Mundo considera que las declaraciones del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtiendo de que ha llegado “el fin de los días de la migración irregular” son irresponsables y lanzan el mensaje equivocado. Solicitar asilo es un derecho individual que debe poder ejercerse sin presiones ni barreras, pero además, “es imprescindible asegurar que tanto migrantes económicos como quienes huyen de conflictos tengan acceso a la atención sanitaria, porque la salud es un derecho universal”, recuerda Martín.
Si, como ha manifestado el primer ministro turco, el objetivo de las autoridades reunidas en Ankara es desincentivar la inmigración ilegal, evitar la actividad de las mafias y prevenir las muertes de personas en sus aguas, lo adecuado sería habilitar rutas legales y seguras de entrada a Europa. Basándonos en nuestros propios datos de intervención psicosocial sabemos que los motivos de los desplazamientos son dramáticos, por lo que si no se habilitan rutas seguras se abrirán otras más peligrosas e igualmente controladas por mafias ilegales.
Exigimos que la próxima cumbre europea, prevista para los días 17 y 18 de este mes de marzo, retorne a la legalidad internacional que pretenden subvertir los firmantes de este acuerdo y al espíritu fundacional de la UE.
Recordamos nuestras cinco peticiones clave respecto a esta crisis:
1. La UE debe ofrecer protección, condiciones adecuadas de acogida y rutas migratorias seguras, legales y exentas de violencia.
Instamos a los gobiernos a que garanticen condiciones de acogida adecuadas (alojamiento, instalaciones para la higiene, atención sanitaria, acceso a información, etc.), conforme a las normas mínimas para la respuesta humanitaria . Igualmente, solicitamos medidas específicas que garanticen la seguridad de niñas y mujeres que viajen solas o con hijos pequeños y, en todo caso, un alto nivel de protección para todos los menores. Además, instamos a los Estados miembros de la UE a intensificar aún más su labor de búsqueda y rescate en todo el Mediterráneo y a eliminar las vallas levantadas en los límites fronterizos que están claramente destinadas a provocar heridas.
2. Debe respetarse la libertad de las personas para elegir dónde solicitar asilo.
Instamos a los Estados de la UE a que permitan que las personas solicitantes de asilo puedan presentar su solicitud en el Estado miembro que deseen. Mientras tanto, pedimos a todos los Estados miembro que garanticen, de manera activa y en debido tiempo, el derecho a la reagrupación familiar que otorga el Reglamento Dublín vigente.
3. Debe garantizarse el acceso universal y efectivo a la atención sanitaria.
Es necesario garantizar los sistemas de salud pública europeos construidos en base a la solidaridad, la igualdad y la equidad y asegurar que se abran a toda persona que viva en dichos países. Las políticas migratorias nacionales y comunitarias en ningún caso deben ser obstáculo para los objetivos de salud pública. Es prioritario que todos los niños y niñas que residan o lleguen a la UE gocen de un pleno acceso a los sistemas de inmunización nacionales y a la atención pediátrica. Asimismo, todas las mujeres embarazadas deben poder disfrutar de servicios de interrupción del embarazo, atención prenatal y postnatal y un parto seguro.
4. Las personas migrantes gravemente enfermas deben recibir protección frente a las expulsiones.
Las personas migrantes afectadas por enfermedades graves deben recibir protección frente a las expulsiones si no tienen garantizado el acceso efectivo a una atención sanitaria adecuada en el país al que se les expulsaría.
5. Debe acabarse con los exámenes médicos al servicio del control migratorio.
Como profesionales de la salud, denunciamos el uso de exámenes médicos que no ofrecen beneficios terapéuticos y se realizan solamente con fines ligados al control de las migraciones.