El 25 de abril, un terremoto de 7,8 grados sacudió Nepal dejando casi 8.900 fallecidos y cerca de 70.000 personas heridas. Además, más de 600.000 viviendas resultaron completamente destruidas y otras 285.000 sufrieron algún tipo de daños. En lo referente a las escuelas, cerca de 1 millón de niños y niñas se quedó sin poder ir al colegio. Apenas un mes después (el 12 de mayo), Nepal sufrió un nuevo terremoto en la misma zona donde perdieron la vida más de la tercera parte de los fallecidos del anterior seísmo.
Desde el primer momento Entreculturas activó su protocolo de emergencia y se puso en contacto con su contraparte en el terreno, la Compañía de Jesús en Nepal, para evaluar los daños, movilizarse rápidamente y recaudar fondos para el envío de ayuda inmediata con la que atender a las personas de las regiones más afectadas.La respuesta se coordinó a través de la Red Xavier, la coalición de ONG jesuitas a nivel europeo, y se centró en el área urbana de Katmandú y en los distritos de Lalitpur, Sindhupulchowk, Kavrepalanchowk, Dhading, Gorkha y Dahachok, todos ellos ubicados en el epicentro del terremoto. En la segunda fase de respuesta, se han incluido los distritos de Dolakha y Makwanpur con el constante anhelo de llegar a los más vulnerables entre los vulnerables.
El equipo local de jesuitas, junto con la colaboración de miles de voluntarios y voluntarias (sobre todo, estudiantes de las instituciones educativas jesuitas del país), trabajaron en la primera fase de organización y distribución de la ayuda humanitaria (alimentos no perecederos, cápsulas de purificación de agua, tiendas de campaña, mantas, esteras, etc.). Actualmente, el Nepal Jesuit Social Institute (NJSI) ha establecido oficinas en cada distrito y ha centrado la segunda fase de recuperación en la recuperación y acompañamiento de estudiantes junto con la construcción y reparación de aulas. El NJSI ha entregado artículos para el estudio, kits recreativos, uniformes, materiales educativos y mobiliario para estudiantes y profesores. A pesar de las dificultades como la inestabilidad política, las huelgas, el cierre de las fronteras con India, la inflación y la falta de combustible, el NJSI continúa apoyando a las poblaciones más vulnerables:
- Gorkha: El NJSI ha apoyado 11 escuelas con un total de 1.459 estudiantes mediante lotes de láminas de cinc para construir aulas temporales, actividades recreativas, formación de profesores y agua y saneamiento.
- Lalitpur: Se ha construido una estructura semipermanente con dos aulas, además de refugios temporales para las familias más vulnerables.
- Sindhupulchowk: El NJSI ha apoyado a 20 escuelas con material de estudio, libros de texto, mobiliario, uniformes y materiales educativos que han ayudado a 2.243 estudiantes. Además, se sigue trabajando en la limpieza y retirada de escombros.
- Dhading: Tras la valoración de daños y el trabajo con la comunidad local se ha comenzado el trabajo de reparación de las escuelas. Además, se han entregado lotes de láminas de cinc para hogares, Radio Dhading, la misión jesuita, la planta hidroeléctrica local y estufas para dos escuelas públicas y una escuela de un monasterio budista.
- Dolakha: La fase inicial de recuperación se ha completado con éxito. 1.751 estudiantes de 12 escuelas han recibido materiales de estudio y de profesorado, artículos de papelería, pizarras y pupitres con bancos. Actualmente, se trabaja en la retirada de escombros para empezar la reconstrucción de las escuelas dañadas.
- Makwanpur: El NJSI ha iniciado su trabajo en este distrito a petición de las escuelas ya que hay muchos centros educativos donde aún no ha llegado nadie. Ya han entregado 60 pupitres con bancos, 6 juegos de mesas y sillas, 5 pizarras y 35 lotes de láminas de cinc para la construcción de aulas temporales.
- Kavrepalanchowk: Se han construido 14 centros de aprendizaje temporal en 9 escuelas y se han facilitado materiales educativos a 735 estudiantes. También se han entregado 62 pupitres con bancos, 24 pizarras y 50 esterillas con aislantes de plástico. Además, se ha iniciado la reconstrucción de cuatro aulas en una escuela primaria.
La pobreza y el bajo desarrollo, aliados del desastre
“Qué cierto es eso de quelas situaciones de pobreza y vulnerabilidad multiplican exponencialmente los efectos de las catástrofes naturalessobre las poblaciones”, comenta nuestro compañero Pablo Funes a su regreso de Nepal. Ya antes del terremoto,el 40% de la población de Nepal vivía por debajo del umbral de pobrezay su vulnerabilidad ha hecho que el efecto del seísmo fuera mucho mayor, afectando, sobre todo, a la gente más pobre del país, en las zonas rurales más alejadas y a las personas de las castas más bajas. “La naturaleza nos habla una vez más de esta injusticia. En una pequeña aldea cerca del rio Sumkhosi el director de una escuela totalmente destruida nos contaba acerca del gran esfuerzo que supuso construirla hace más de 25 años, nadie apostaba nada por esta gente y, con el esfuerzo de la comunidad, levantaron la escuela. Ahora está destruida y tienen que empezar de nuevo. Es terrible, injusto”, relata Pablo.
Tras los problemas de vivienda, el Gobierno ha detectado quela segunda necesidad más urgente en Nepal es la educación. En Entreculturas estamos muy de acuerdo con esta apreciación ya que la educación en situaciones de emergencia contribuye a ofrecer protección física y psicosocial a la población, especialmente a los niños y niñas, que son más vulnerables. La posibilidad de retomar las clases ayuda a recuperar una cierta normalidad y estabilidad emocional, además de que evita que los menores puedan verse afectados por los derrumbes de tierra que están ocasionando las lluvias, el desplome de las ruinas que aún quedan en pie u otro tipo de peligros como la contracción de enfermedades transmitidas por el agua o el abandono por parte de familias que no tienen absolutamente nada con lo que salir adelante.
Por esoseguiremos apoyando la labor de nuestros compañeros en Nepal, construyendo nuevas escuelas, ofreciendo una formación cualificada a los profesores y profesoras, aportando materiales básicos con los que poder desarrollar las clases, acompañando a las comunidades en su proceso de recuperación y ofreciendo una atención especial a aquellos niños y niñas con necesidades especiales. En definitiva, creando esas capacidades a largo plazo tan necesarias para reducir el grado de vulnerabilidad del país.
No podríamos llevar a cabo este proyecto tan necesario como esperanzador sin tu ayuda, por eso te pedimos queno te olvides de Nepal.
