Más de 52 millones de personas en África pasan hambre debido a los fenómenos meteorológicos extremos que azotan el continente

Oxfam Intermón pide un acuerdo para desarrollar un nuevo mecanismo de financiación para pérdidas y daños del cambio climático en la próxima conferencia sobre el clima de la ONU (COP25) de Madrid. La crisis, agravada por los conflictos, la pobreza y la desigualdad

Fuente: Oxfam Intermon

Más de 52 millones de personas en 18 países de África meridional, oriental y central se enfrentan a niveles de hambre similares a los de una crisis, provocados por fenómenos meteorológicos extremos, y agravados por la pobreza y el conflicto. En algunas zonas es la segunda sequía extrema a la que se enfrentan en cuatro años. Es incluso peor que la desencadenada por El Niño en 1981.



Oxfam Intermón pide a los líderes de los países más ricos que asistirán a la Conferencia sobre el clima de la ONU (COP 25) que se celebrará en diciembre en Madrid que lleguen a compromisos reales y urgentes para acabar con la crisis climática. Deben dar los pasos necesarios, asegura la organización, para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y hacer compromisos financieros sustanciales para que los países más vulnerables al cambio climático puedan adaptarse. Es necesario que los gobiernos acuerden desarrollar un nuevo mecanismo de financiación para pérdidas y daños del cambio climático en la conferencia.



En el sur de África, algunas zonas de Zimbabue han registrado la tasa de precipitación más baja desde 1981, lo que ha llevado a más de 5,5 millones de personas a una situación de inseguridad alimentaria extrema. Las zonas de cultivo de maíz más ricas de Zambia han disminuido y se han prohibido las exportaciones; 2,3 millones de personas sufren inseguridad alimentaria. La situación también está empeorando en Angola, Malaui, Mozambique, Madagascar y Namibia. Se ha informado de suicidios de agricultores y agricultoras en Sudáfrica.



La sequía también ha afectado al este de África y al Cuerno, especialmente a Etiopía, Kenia y Somalia. Al mismo tiempo, se han registrado temperaturas récord en el océano Índico, lo que ha provocado la caída de precipitaciones extremadamente intensas en Kenia y Sudán del Sur, causando inundaciones repentinas, especialmente en las arterias de los principales ríos. Sudán del Sur ha declarado el estado de emergencia debido a las más de 900.000 personas afectadas por las inundaciones.



En África, muchos países, ya afectados por los conflictos en curso, se han visto azotados por fenómenos meteorológicos extremos. En todo el continente, 7,6 millones de personas se han visto desplazadas debido a los conflictos en los primeros seis meses de 2019, y otras 2,6 millones debido a fenómenos meteorológicos extremos. En el Cuerno, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Sudán se han enfrentado a la vez al desplazamiento de cerca de 750.000 personas debido a los conflictos y de 350.000 a causa de fenómenos meteorológicos extremos.



Miembros de la comunidad científica han demostrado cómo el cambio climático está aumentando la frecuencia o la gravedad de numerosos fenómenos meteorológicos extremos. A lo largo de la última década, estos 18 países africanos han sufrido en conjunto pérdidas medias anuales de más de 630 millones de euros debido a desastres relacionados con el clima –sin contar los costes de las últimas crisis-, según Oxfam Intermón. No obstante, a nivel global, los avances a la hora de recaudar fondos específicos para hacer frente a las pérdidas y daños causados por el cambio climático han sido mínimos. África es responsable de menos del 5 % de las emisiones globales y, sin embargo, sufre algunos de los efectos más graves de la crisis climática.



El próximo 11 de noviembre comienza en Durban la Conferencia Ministerial Africana sobre el Medio Ambiente (AMCEN, por sus siglas en inglés) para debatir acerca del futuro de la “sostenibilidad y prosperidad medioambiental” de África. Oxfam Intermón insta a los ministros y ministras a exigir que las naciones industriales cumplan con sus promesas para evitar el aumento de los costes humanos y financieros, así como para pagar por los daños.



“Somos testigos de cómo millones de personas que ya viven en la pobreza se enfrentan a la inseguridad alimentaria extrema y están agotando sus reservas debido a crisis climáticas cada vez más graves que afectan principalmente a comunidades ya vulnerables. Necesitan ayuda con urgencia. La escala de la devastación provocada por la sequía en África meridional es enorme“, afirma la directora regional de África meridional de Oxfam, Nellie Nyang'wa.



“Al oeste de Kenia, las cosechas han bajado en un 25 %, y en algunas partes de Somalia hasta un 60 %. El ganado de muchas zonas rurales está desnutrido y la producción de leche ha bajado. El precio del cereal en algunas áreas ha alcanzado su nivel más alto de los últimos cinco años, lo que está fuera del alcance de las personas más pobres. Alrededor de 7 millones de personas en la región viven justo por debajo de la línea del hambre extrema”, ha afirmado la directora regional de África central y del Este y el Cuerno, Lydia Zigomo. “Es un círculo vicioso en el que las comunidades pobres y marginadas, especialmente las mujeres y las niñas, se encuentras más expuestas a las crisis climáticas y cuentan con menos posibilidades para hacer frente y recuperarse de los daños provocados por las mismas”.



Mithika Mwenda, director ejecutivo de la organización socia de Oxfam, PACJA, afirma que las comunidades que se encuentran en la primera línea de esta crisis climática “están desbordadas y puede que se enfrenten a una posible aniquilación. Pero las comunidades locales están haciendo todo lo posible para superar este desafío. Hay niveles sin precedentes de casos en los que las organizaciones se han encontrado con que los gobiernos han defraudado a la población”.



“Vemos cómo las personas intentan lidiar con las estaciones cambiantes y las precipitaciones erráticas, tratando de encontrar nuevas formas de ganarse la vida que no tengan que ver con la agricultura. Las mujeres se están reuniendo para combinar sus recursos a través de pequeñas comunidades de préstamo interno, comprando comida juntas, cultivando boniatos en lugar de maíz –y todo esto sin apoyo externo. Las comunidades locales conocen las soluciones, pero les faltan recursos, especialmente fondos.



Actualmente, Oxfam Intermón proporciona alimentos y agua a más de 7 millones de personas en diez de los países más afectados. Además, está llevando a cabo proyectos de desarrollo a largo plazo para ayudar a las personas a mejorar la manera en la que hacen frente a las crisis relacionadas con el clima. Oxfam planea llegar al 10 % de aquellas personas que más lo necesitan en estos diez países y está tratando de recaudar 58 millones de euros para lograrlo.



Notas para la edición:



Los 18 países africanos analizados son Angola, Botsuana, República Democrática del Congo, Suazilandia, Etiopía, Kenia, Lesotho, Madagascar, Malaui, Mozambique, Namibia, Somalia, Sudáfrica, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania, Zambia y Zimbabue.



Las estimaciones acerca de los daños económicos relacionados con el clima ofrecidas por Oxfam se basan en las cifras extraídas de la EM-DAT: Base de Datos Internacional sobre Desastres: www.emdat.be. Las estimaciones acerca de los desplazamientos provocados por fenómenos meteorológicos extremos y conflictos ofrecidas por Oxfam se basan en las cifras extraídas del IDMC: Centro de Vigilancia de los Desplazamientos Internos: http://www.internal-displacement.org/



En 2013, la Conferencia de las Partes (CoP) acordó establecer el Mecanismo Internacional de Varsovia para las Pérdidas y los Daños relacionados con las Repercusiones del Cambio Climático, que recoge la responsibilidad de las naciones desarrolladas ricas de ayudar a las comunidades a recuperarse de las pérdidas y daños causadas por desastres climáticos. Desde entonces, no se ha hecho ningún avance para garantizar que se envía apoyo financiero para pérdidas y daños a estas comunidades.



Oxfam está respondiendo a las necesidades humanitarias de Etiopía, la República Democrática del Congo, Kenia, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Mozambique, Malaui, Zambia y Zimbabue.

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