«Los grupos armados en Colombia no admiten el delito de violencia sexual como parte de su estrategia de guerra»

Como cada 24 de mayo, hoy se conmemora el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme. Una jornada que se instauró en 1982 a raíz de varios movimientos de mujeres pacifistas que protestaban contra la carrera armamentística, en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y La Unión Soviética, y también contra las armas nucleares.

Fuente: MPDL


Uno de los países que más ha sufrido en las últimas décadas las consecuencias de un conflicto armado interno es Colombia, pues está inmerso en él desde los años 60 y aún hoy, casi cuatro años después de que se firmaran los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), las muertes y la violencia continúa muy vigente, especialmente en ciertas regiones y para ciertos grupos sociales como las personas afrodescendientes, sobre todos las mujeres, las poblaciones indígenas o los líderes sociales. Un país que, todavía hoy, cuenta con, al menos 100.000 personas desaparecidas y en el que se siguen produciendo todo tipo de ataques y violaciones de los derechos humanos a diario.

Para acercarnos a la realidad de esta situación hemos hablado con la responsable de Género y Derechos Humanos de laONG Movimiento Por la Paz (MPDL) en Colombia,Julia Cogollo. Ella nos relata cómo desde su organización llevan años documentando y denunciando casos de violencia sexual durante el conflicto armado y destaca algunos hitos conseguidos como el hecho de que el primer acto de reconocimiento de laComisión de la Verdadfuera destinado, precisamente, a las mujeres víctimas de violencia sexual. No en vano, y como indica la propia Comisión, “Son 25.000 víctimas de violencias sexuales identificadas entre 1985 y 2016 en el conflicto armado colombiano, el 91% son mujeres”.

Acompañamiento a mujeres víctimas de violencia sexual en el contexto del conflicto armado

Julia Cogollo nos explica que en MPDL siempre han implementado una transversalidad de género en sus proyectos, pero fue a partir de 2011 cuando empezaron a llevar a cabo un acompañamiento más directo a mujeres víctimas de violencia sexual en el contexto del conflicto armado. Así fue como empezaron a documentar casos de mujeres, en Montes de María (en el norte del país) que estaban siendo violadas después de la desmovilización del paramilitarismo por una banda criminal que se hacía llamar La Ley del Monte: “Iban violando en las fincas que se resistían al despojo de tierras”, denuncia Cogollo.

«Muchas mujeres estaban siendo violadas después de la desmovilización, iban violando en las fincas que se resistían al despojo de tierras». Julia Cogollo: responsable de Género y Derechos Humanos de MPDL Colombia»

Ella recuerda que empezaron un arduo y peligroso trabajo de búsqueda de las víctimas, documentación de sus casos y posterior denuncia. Fueron, literalmente, de finca en finca buscándolas y en poco tiempo documentaron unos 50 casos a las cuales también brindaron derecho de protección, salud psicosocial y justicia. Cogollo explica que en unos meses se capturó a una parte importante de la banda y destaca que “es uno de los pocos casos similares en Colombia en que la justicia ha logrado actuar y ser efectiva”.

De hecho ya hay varios condenados a penas de entre 30 a 35 años de cárcel: “Esto aquí es todo un hito, aquí esto no suele pasar porque la impunidad es terrible”, lamenta y añade que uno de los aspectos que más se suele resaltar respecto a la violencia sexual es que “no se hace justicia”. Es más, comenta que los diferentes grupos armados no admiten el delito de violencia sexual como parte de su estrategia de guerra: “No lo aceptan como parte de sus directrices, por tanto no se asume su responsabilidad, se han dado casos de pedir un perdón simbólico, por el hecho de que soldados suyos sean los culpables, es decir, como una especie de culpa por omisión, pero no una responsabilidad conjunta”.

No obstante, Cogollo matiza que esmuy importante que estas mujeres sí sean consideradas como víctimas dentro de un conflicto armadoy que se les reconozcan sus derechos como víctimas dentro de este contexto.

Reconocimiento por parte de la Comisión de la Verdad

Este trabajo de documentación, acompañamiento y denuncia de mujeres víctimas de violencia sexual se fue ampliando por diferentes zonas del país y todavía continua vigente, de hecho, Cogollo asevera que “es uno de nuestros temas centrales en la actualidad”. Estas investigaciones se llevaron a cabo, precisamente, cuando se estaban llevando a cabo las conversaciones que derivaron en losAcuerdos de Paz de la Habana. Cogollo explica que se propusieron que el primeracto de reconocimiento de la Comisión de la Verdadfuera para las mujeres víctimas de violencia sexual y, finalmente, lo consiguieron el año pasado.

El trabajo de documentación de este tipo de casos se fue ampliando a otras zonas comoTumaco, en el sur del país, donde documentaron más de 100 casos. “Había mujeres que nos decían, necesito que me ayude con otro tema, desapareció mi hijo o me mataron a mi hijo hace unos días… la cantidad de violencia que todavía existe allí te coloca en un escenario distinto”, confiesa Cogollo, pues las desapariciones, violaciones y asesinatos todavía son algo permanente.

«Documentar allí es muy complicado, mucha gente temía que no volviéramos con vida. De hecho, decidimos centrarnos en la autoprotección de esas mujeres»

“Documentar allí es muy complicado, mucha gente temía que no volviéramos con vida. De hecho, decidimos centrarnos en la autoprotección de esas mujeres. Tratamos de capacitar a lideresas para que aprendan a documentar este tipo de casos, para que no queden en el olvido ni se pierda la memoria, es muy importante que todo esto quede registrado”, relata.

Reconciliacióny diálogo con los responsables

Otra línea de actuación deMPDL Colombiaen relación a la situación de las mujeres y el desarme es avanzar en la reconciliación e incluso en el diálogo con los responsables. Julia Cogollo explica que ya ha habido comandantes y paramilitares que han tenido cierta apertura, nunca reconociendo como grupo o como estrategia lo que hacían, sino como algo que llevaban a cabo parte de sus hombres y que, por tanto, también formaba parte de su responsabilidad. “Estamos promoviendo esos diálogos, una de las metas es poder hablar de violencias sexuales y diálogos con los responsables en un acto que estamos preparando para noviembre”, adelanta.

Día Nacional por la Dignidad de Víctimas de Violencia Sexual

En Colombia, cada 25 de mayo, desde 2014, se conmemora elDía Nacional por la Dignidad de Víctimas de Violencia Sexual. Julia Cogollo indica que, debido a la crisis del Covid-19 no podrán conmemorarlo como suelen hacer otros años, pero explica que Movimiento por la Paz junto a la Comisión de la Verdad, llevarán a cabo un conversatorio online el próximo 29 de mayo a través de Facebook y contarán también con el apoyo de cantantes colombianos para hacer más extensivo su mensaje.

El Decreto 1480 que concreta esta iniciativa se aprobó a raíz de la lucha de laperiodista Jineth Bedoya, quien un 25 de mayo del año 2000 fue secuestrada a las puertas de la cárcel La Modelo de Bogotá y torturada y violada por sus captores, tres paramilitares del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), a los cuales investigaba para un reportaje para el periódicoEl Espectador. En la actualidad Bedoya es subdirectora del diario El Tiempo y en este 2020 ha recibido el Premio Mundial de Libertad de Prensa Unesco-Guillermo Cano.

El impacto para las nuevas generaciones

Julia Cogollo confiesa que muchas de las mujeres que han documentado a lo largo de estos años nunca habían hablado a pesar de sufrir todo tipo de daños irreparables en su cuerpo frutos de los abusos sexuales, de abortos mal practicados… esto, agrega, “lleva también a todo tipo de daños psicosociales. Son mujeres que han crecido con odio y así han criado a sus hijos, que se convierten luego en caldo de cultivo para todo tipo de grupos armados”. Por ello añade que “son fundamentales los ejercicios de reconciliación comunitaria. Que la sociedad colombiana y el estado pidan perdón a las mujeres por no protegerlas”. Es así como se avanzará en que “las mujeres se recuperen y se den espacios de diálogo y reconciliación“. Además, hay que tener en cuenta que también hay muchas mujeres que han pertenecido a los diferentes bandos en conflicto y que, a su vez, han sido violadas no solo por sus enemigos sino incluso por sus propios compañeros. “Tienen esa doble condición y necesitan también reconciliarse entre ellas”, matiza Cogollo.

Otro objetivo es“sensibilizar a la sociedad para que todo esto no se repita”. Por ello llevan a cabo no solo este trabajo de documentación, denuncia y también reconciliación y diálogo, sino otro más creativo o artístico en el que se usan imágenes, fotografías, relatos… para concienciar a la población.


El confinamiento agrava la sensación de peligro

Por otra parte, lacrisis ocasionada por el Covid-19y las medidas de confinamiento han incrementado no solo los casos violencia de género y abusos sexuales entre personas del propio entorno, sino también la sensación de miedo: “Muchas mujeres están amenazadas y nos dicen que ahora, que sus perseguidores saben que están muchos más tiempo en casa, temen que aprovechen para atacarlas, por lo que necesitan más apoyo y atención que nunca”.

Y, a este respecto, hace otra apreciación importante: “En Colombia la violencia sexual hacia la mujer ha estado muy centrada en las afrodescendientes. Es necesario abordar el racismo y la discriminación que todavía existe, erradicar los estereotipos de hipersexualidad hacia ellas y prevenir la violencia que se ejerce”.

Más cargos para mujeres con sensibilidad

Otro de los objetivos dentro de la conmemoración delDía Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarmees conseguir que cada vez accedan a más cargos de responsabilidad de todo tipo. Sobre este respecto, Julia Cogollo muestra su respaldo y el de MPDL, pero hace una matización importante: “No solo hay que lograr que las mujeres lleguen a cargos de responsabilidad, sino que sean mujeres con cierta sensibilidad y formación”. Y pone como ejemplo que en Colombia cuentan con una vicepresidenta del Gobierno, pero su programa no está centrado en luchar contra la discriminación de las mujeres o prevenir conflictos. “Lo que queremos es que en esos lugares de toma de decisión, de gran incidencia, estén mujeres con esa sensibilidad, que puedan tener esa posibilidad de llegar a las sociedad y que hoy no lo tenemos”, destaca.

«No solo hay que lograr que las mujeres lleguen a cargos de responsabilidad, sino que sean mujeres con cierta sensibilidad y formación»

Por otra parte, asegura que “otra forma de lograr que haya menos mujeres en riesgo por estos conflictos armados y más constructoras de paz es sanando a las que han sido víctimas de esos conflictos. No solo en temas psicosiciales, de salud, acceso a la justicia y reparación integral, sino con el diálogo con los responsables y la convivencia. Las acciones tendrían que ir desde el orden de toma de decisiones hasta el social”.

#DíaInternacionaldelasMujeresporlaPazyelDesarme.

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