La fundación Fontilles de lucha contra la lepra y otras enfermedades vinculadas a la pobreza ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos para ayudar a las víctimas del ciclón Idai en Mozambique, el país más afectado por el paso del huracán.
De acuerdo con las cifras publicadas ayer por Instituto Nacional de Gestión de Emergencias, la catástrofe ha causado la muerte de 446 personas y ha afectado a de manera directa a al menos 518.000 personas, entre las que se incluyen 110.000 rescatadas y decenas de miles que han perdido sus casas. Además, el ciclón ha inundado amplias zonas de terreno, arruinado cosechas, incomunicado varias grandes ciudades y destruido alguna de las principales infraestructuras de las provincias afectadas, así como numerosos colegios y centros de salud. Naciones Unidas ya ha considerado que el huracán podría ser el peor desastre meteorológico ocurrido hasta la fecha en el hemisferio Sur.
Los fondos que recaude Fontilles se destinarán íntegramente a su socio local, Kulima, organización no gubernamental que desde 1984 trabaja en las comunidades rurales y periurbanas más empobrecidas del país. La organización destinará la ayuda recogida en la campaña, accesible a través de la web fontilles.org, a la distribución de alimentos y filtros de agua potable, así como a la reconstrucción de escuelas primarias, la recuperación de fuentes de agua y la realización de obras de saneamiento.
“El ciclón Idai lo ha destruido todo en la ciudad de Beira y en las provincias de Sofala y Manica, así como en el sur de la provincia de Zambezia, el norte de la provincia de Inhambane y el sur de la provincia de Tete. Cientos de miles de personas han quedado sin casa, sin comida y sin medicamentos. Las producciones agrarias y pecuarias están destruidas. La malaria y el cólera están surgiendo con fuerza”, describe Domenico Liuzzi, coordinador general de Kulima.
La fundación Fontilles y su presencia en Mozambique
La fundación Fontilles es la entidad española referente en la lucha contra la lepra desde la apertura en 1909 del sanatorio San Francisco de Borja en el municipio de la Vall de Laguar (la Marina Alta, Alicante). Desde 1986 desarrolla proyectos de cooperación internacional con el objetivo de acabar con la lepra y sus consecuencias, especialmente en niños y niñas, así como con el resto de enfermedades olvidadas ligadas a la pobreza, y apoyar el desarrollo sostenible de las poblaciones afectadas.
Cuatrocientas mil personas se benefician durante este año de los 27 proyectos de cooperación internacional que desarrolla la fundación. Las diferentes iniciativas de la entidad ayudan a combatir la lepra, el mal de chagas, la úlcera de Buruli y otras enfermedades ligadas a la pobreza en once países de Asia (India, Nepal y Vietnam), África (Mozambique, República Democrática del Congo y Etiopía) y América Latina (Bolivia, Argentina, Brasil, Nicaragua y Honduras).
La fundación desarrolla en la actualidad dos proyectos de cooperación sanitaria internacional en Mozambique. Desde 2011 colabora con la asociación Kulima para reducir la mortalidad y morbilidad de la malaria en el distrito de Meluco (provincia de Cabo Delgado). Y desde 2017, junto con la ONG italiana AIFO, combate la lepra y desarrolla acciones para reducir las discapacidades provocadas por las enfermedades desatendidas en diversos distritos de la provincia de Nampula.