- Actualmente, 18 millones de personas necesitan asistencia en todo el mundo
- Si no se brinda soporte humanitario de manera urgente, esta cifra podría alcanzar los 40 millones en los próximos meses
- Los efectos del actual El Niño son los peores de la historia
- La pérdida de cosechas y de medios de vida derivan en situaciones prolongadas y extremas de falta de acceso a alimentos
- El calentamiento global contribuye a consolidar este fenómeno que tiene graves consecuencias sobre la vida de las personas. Una cuestión que debería tenerse en cuenta en las negociaciones de la COP21 que se celebran estos días en París.
El fenómeno de El Niño vuelve a hacer estragos. Millones de personas pobres y vulnerables de África, de las Américas y del Sureste de Pacífico están enfrentando una situación de inseguridad alimentaria muy grave. La pérdida de cosechas y de medios de vida está derivando en situaciones de extrema gravedad.
Los efectos negativos provocados hasta ahora por el actual El Niño son los peores de toda la historia; nunca antes se había registrado uno con efectos tan nefastos. Afecta ya a 18 millones de personas y si no se toman medidas urgentes podría afectar a 40 millones en los próximos meses
Este fenómeno climático, relacionado con el calentamiento del Pacifico oriental ecuatorial, se manifiesta cíclicamente y provoca enormes estragos en la zona intertropical y ecuatorial. Su impacto es global y golpea a diferentes continentes causando sequias prolongadas en algunas zonas y lluvias e inundaciones en otras.
Etiopía, un caso extremo
Uno de los países que más está sufriendo estos efectos es Etiopía. Se calcula que más de 8 millones de personas se verán afectadas gravemente por este fenómeno y estarán en una situación de inseguridad alimentaria extrema al menos hasta la siguiente cosecha, prevista para mediado del 2016.
El país ha vivió una severa sequía antes de la llegada de El Niño que, a su vez, ha generado un período de lluvias erráticas y tardías. La previsión inmediata es la de una sequía prolongada en el norte y el oeste del país por un lado y, por otro, posible inundación grave en las dehesas del sur.
Desde las organizaciones de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo exigimos a los gobiernos afectados por esta situación, a los organismos regionales, a los donantes y a la comunidad internacional en su conjunto que actúen de manera urgente.
En particular pedimos:
– Aumentar la asistencia humanitaria en los países más gravemente afectados por los efectos de este fenómeno como son ciertas regiones en Etiopía, Papúa Nueva Guinea, Malawi, Guatemala, Haiti y Honduras. Cientos de personas ya han perdido todo y necesitan ayuda alimentaria urgentemente
– Invertir más fondos para la puesta en marcha de una respuesta precoz en otros países que puedan verse afectados. De esta forma se mitigaría o incluso se evitaría la pérdida de los medios de vida de las personas más vulnerables
– Fortalecer el trabajo de preparación conel objetivo de mitigar los daños y actuar de forma oportuna frente a los desastres ocasionados
– Invertir más fondos en la reducción de riesgos, en la preparación frente a las amenazas y frente a la incertidumbre que conlleva el fenómeno de El Niño, de acuerdo a lo establecido en la Conferencia Sendai sobre la reducción de riesgos de desastres.
Cada 1 euro invertido en preparación/RRD tiene un impacto positivo calculado en 7 Euros de ahorro en coste en respuestas de emergencia
– No podemos permitir los errores del pasado. El evento de El Niño en el 1997-98 causó un número elevado de pérdidas de vidas humanas, gran destrucción de infraestructuras y desplazamiento masivo de comunidades en muchos lugares del mundo.
– Es urgente adoptar un acuerdo internacional sobre el cambio climático en la conferencia de Naciones Unidas en Paris. La virulencia de El Niño es directamente proporcional al cambio climático. Actuar ahora es urgente.