Día internacional del voluntariado, Cáritas.

Cáritas Española, como miembro activo de la Plataforma del Voluntariado en España (PVE), se suma al llamamiento lanzado por el conjunto de las organizaciones de voluntariado del país ante la celebración, el 5 de diciembre, del Día Internacional del Voluntariado.

Cáritas Española, como miembro activo de la Plataforma del Voluntariado en España (PVE), se suma al llamamiento lanzado por el conjunto de las organizaciones de voluntariado del país ante la celebración, el 5 de diciembre, del Día Internacional del Voluntariado.

En un Manifiesto difundido con motivo de esta jornada, la PVE invita a reivindicar el valor de la solidaridad como herramienta social para “cambiar el mundo y hacerlo”.

Llamados a ser Comunidad

Esta invitación entronca con el objetivo de la campaña institucional 2016-17 de Cáritas, donde los voluntarios y voluntarias, como reza su lema, están “Llamados a ser Comunidad”, sensibilizando sobre la importancia de aprender a vivir en común en la realidad global de nuestro mundo, tomando conciencia de la responsabilidad del cuidado del planeta, denunciando las situaciones de injusticia y falta de cumplimiento de los derechos humanos, y animando y trabajando en el fortalecimiento de nuestras comunidades.

Este es el texto íntegro del Manifiesto de la Plataforma:

MANIFIESTO

DIA INTERNACIONAL DEL VOLUNTARIADO

5 diciembre de 2016

En el Día Internacional del Voluntariado, que se celebra el próximo 5 de diciembre, la Plataforma del Voluntariado de España os anima a reivindicar la solidaridad como respuesta.

Reclamémosla, individualmente, de forma colectiva y a través de las organizaciones sociales que representan los intereses de las personas más frágiles, de las menos poderosas.

La fuerza de la solidaridad genera verdadera riqueza. Garantiza la transformación de realidades y es antídoto contra la injusticia, especialmente en estos tiempos de incertidumbre donde los miedos afloran y levantan muros protectores frente a la amenaza “que viene de afuera”. Precisamente ahora os invitamos a construir espacios de paz, de convivencia, espacios a medida de las personas.

Os animamos a plantar cara al individualismo, a sumaros a esta cadena humana de voluntariado integrada por gente normal y corriente. Por casi 4 millones de personas decididas a transformar el mundo y a mojarse.

Para lograr impulsar cambios profundos en nuestra sociedad pedimos a los poderes políticos que apoyen a las organizaciones sociales en su labor diaria, que respalden a quienes en los peores momentos atienden esas parcelas de exclusión que apenas interesan a nadie.

Solicitamos apoyo para hacer visible el voluntariado, sus diferentes ámbitos, pero sobre todo sus efectos terapéuticos en una sociedad cargada de colectivos que claman derechos, precisan soluciones y luchan por mantener intacta la esperanza.

El voluntariado es una actitud ante la vida, una expresión de participación ciudadana que merece estar en todas las esferas de nuestra sociedad. Para ello, pedimos la implicación del sector público y el privado porque un país que impulsa la tarea solidaria es un país que cultiva su humanidad.

En esta Día Internacional del Voluntariado os invitamos a transformar realidades con el más valioso de vuestros recursos: el tiempo.

“Hacer voluntariado es querer cambiar el mundo y hacerlo”.

El voluntariado en Cáritas

Cáritas no podría llevar a cabo su misión sin el concurso vital de las personas voluntarias. Sus cerca de 84.000 voluntarios y voluntarias, que representan el 95% de los recursos humanos de toda la Confederación Cáritas en España, son el motor que impulsa y hace posible la acción de acogida, escucha, promoción de aquellos a quienes el Papa Francisco denomina “víctimas del descarte”.

Desde su participación gratuita en los distintos ámbitos parroquiales y diocesanos, el de Cáritas es un voluntariado comprometido en la defensa de los derechos y la dignidad de las personas que viven la injusticia de la pobreza, y que cree en el cambio social hacia una sociedad más justa.

Un voluntariado activo, que aporta a la sociedad no sólo desde las tareas realizadas, sino también desde las actitudes expresadas.

Un voluntariado capaz de organizarse y participar a través de respuestas colectivas frente al individualismo preponderante.

Un voluntariado coherente desde la acción realizada y que, desde aquí, crece como persona y como cristiano.

Un voluntariado que plasma, a través de su participación, unos valores como la solidaridad, la gratuidad y la igualdad.

Un voluntariado con disponibilidad para la acción y para la formación, superando la barrera de la buena voluntad y promoviendo una acción de calidad.

Un voluntariado, en suma, entendido como un proceso, que se va construyendo día a día por medio de la tarea, la formación y el acompañamiento.


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