¡Suma tu nombre a esta iniciativa europea! Formulario de firmas
Las transnacionales tienen cada vez más poder para poner precio y condiciones abusivas a nuestro trabajo, vivienda, transporte, servicios públicos, alimentos, salud, agua, tierras, clima, … incluso a nuestros conocimientos, relaciones y deseos. Sus lobbys gobiernan cada vez más las instituciones políticas, con más facilidad cuanto más alejadas están de la ciudadanía. Pero no les basta…
En el sistema internacional de hoy las multinacionales se benefician de derechos especiales de gran alcance y tienen acceso a tribunales especiales para hacerlas cumplir. El arbitraje de diferencias entre inversores y Estados (ISDS) les permite atacar a los Estados fuera de los tribunales nacionales siempre que estos Estados adopten una legislación que pueda perjudicar sus ganancias. Este mecanismo amenaza la toma de decisiones democráticas, el estado de derecho, los derechos humanos, la igualdad de género, el medio ambiente, la salud, los servicios públicos, y los derechos laborales y de los consumidores.
Mientras tanto, todavía no hay obligaciones internacionales vinculantes para hacer que las empresas transnacionales (ETN) rindan cuentas por sus actos y, a su vez, garantizar el respeto de los derechos humanos, laborales y ambientales. A menudo, las personas y comunidades afectadas se encuentran ante una denegación flagrante de la justicia cuando las multinacionales violan sus derechos. Ésta es una espantosa asimetría.
En Europa, los movimientos contra el TTIP y CETA pusieron el mecanismo ISDS en el foco de atención y expusieron su ilegitimidad. Queremos terminar con este sistema injusto de una vez por todas, detener su expansión en cualquier forma y terminar con los tratados existentes que contienen ISDS.
¿Quiénes somos?
Somos una alianza europea conformada por más de 18 países, con plataformas de organizaciones, sindicatos y movimientos sociales que trabajamos para poner fin a la impunidad corporativa de las multinacionales y en contra del ISDS – el mecanismo de solución de controversias entre inversores y Estados, un sistema de justicia paralelo, unilateral y a favor de las empresas transnacionales. Queremos poner en primer lugar a las personas y al planeta.
¿Por qué esta campaña?
La toxicidad política del ISDS ha cogido fuerza en el último año con un número creciente de casos llamativos que han visibilizado el peligro del sistema. La empresa Vatenfall demanda a Alemania por querer salir de la energía nuclear, la empresa minera canadiense que demanda al Estado español por una decisión de la Xunta de Galicia de atender a las demandas de la población de no dejar explotar la mina de Corcoesto por daños ambientales y sociales. Y muchos más casos que empiezan a surgir en el Estado Español con demandas millonarias. Estos casos se seguirán multiplicando mientras siga existiendo este peligroso sistema. Incluso la Comisión Europea ha recibido serios toques de atención desde sus propias instituciones.
Mientras la UE y los Estados miembro están haciendo todo lo posible para asegurar privilegios a los inversores, dejan desprotegidas a las víctimas de abusos corporativos. El reciente caso de Chevron-Texaco es un ejemplo de total impunidad, pues la empresa petrolera acusada de verter al menos 1.500 millones de galones de agua tóxica a los ríos de la Amazonía, envenenando el medio ambiente y afectando a las comunidades y pueblos indígenas – no sólo no está pagando por los daños causados, sino que ha demandado al gobierno de Ecuador por no permitirles seguir con su actividad y podría salir impune al haber recurrido la sentencia ante un tribunal privado de arbitraje.
¿Cómo puedes ayudar?
Lo que une a todas las campañas europeas y lo que es su herramienta principal es una petición masiva de firmas en línea. Es un instrumento para involucrar a millones de personas en toda Europa y tener el apoyo masivo para conseguir nuestros objetivos.