La CVONGD y POBRESA ZERO se adhieren a la convocatoria de #OBRIM FRONTERES el próximo sábado 4 de junio de 11 a 14 h. en el templete junto al edicificio de Veles i vents en la Marina Real Juan Carlos I de Valencia, y hacen un llamamiento a participar de la convocatoria.
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PERSONAS REFUGIADAS E INMIGRANTES: MANIFIESTO POR EL RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL Y LOS DERECHOS HUMANOS
En la madrugada del pasado 4 de abril, dos buques zarparon desde la isla griega de Lesbos y otro desde la de Quíos, con las primeras PERSONAS -llamadas inmigrantes y solicitantes de asilo- que eran devueltas a Turquía. Nada impide que luego muchas de esas personas sean devueltas a sus países de origen y peligro del que huían. A cambio, un pequeño grupo de 60 ciudadanas y ciudadanos de Siria llegará a Alemania escenificando este mercado de personas (one in, one out) con un tope máximo de 72.000, lo que en Europa se considera “solución a la crisis de los refugiados”. Todo ello en virtud de un acuerdo firmado el 8 de marzo entre la UE y Turquía que tiene todos los indicios de ser ilegal.
La falta de coherencia con los principios de la propia UE y de respeto a las obligaciones legales internacionales e internas hace posible que Europa se haya apuntado ese 4 de abril el triste mérito de protagonizar lo que, se disfrace como se quiera, no son otra cosa que deportaciones masivas que privan a seres humanos de los más elementales derechos de los que son titulares. Hace posible que personas refugiadas, desplazadas e inmigrantes sean consideradas cifras de un trueque que tiene como objetivo dejar de ver el problema en tierra europea, la nuestra, como si de esa manera dejaran de ser nuestro problema.
No pensamos sólo en la negación de la protección internacional efectiva y vinculante (porque es derecho interno en todos los Estados miembros de la UE) que ponemos en marcha hoy, al negar a las personas refugiadas y desplazadas aquello que tenemos la obligación de proporcionarles, conforme a la normativa vigente relativa al derecho de asilo.
Pensamos también en cómo desproveemos de derechos a quienes cínicamente consideramos “culpables” por proceder de la inmigración económica, convirtiendo así en un mal, un ilícito administrativo e incluso penal, lo que no es sino la expresión del derecho básico de autonomía individual, el derecho a buscar una vida mejor. Y eso cuando no se trata pura y simplemente de la respuesta forzosa a la que se ven obligados millones de seres humanos, impuesta por una situación de estado de necesidad que no es fruto del azar.
Nosotras y nosotros, ciudadanas y ciudadanos de Europa, habitantes de sus ciudades, de sus pueblos y de sus regiones, no queremos someternos a la ignominia de que en nuestro nombre se revivan las más indignas realidades de las que tenemos memoria, entre alambradas, trenes, ferrys y campos de detención.
Exigimos a quienes presiden las instituciones valencianas, nuestra representación política más cercana, que se rebelen contra esta “solución”. Precisamente porque queremos que respeten nuestros derechos y libertades, exigimos que sean garantizados los derechos y libertades de esas niñas, niños, mujeres y hombres que siguen soñando ingenuamente en Europa como espacio de justicia, libertad y seguridad. Si no se respetan los suyos, los nuestros no valen como derechos, sino que se convertirán en privilegios mantenidos con un coste inaceptable.
Reconocemos el gesto de quienes han ofrecido, desde los gobiernos autonómicos y municipales, la disponibilidad de esas instituciones a acoger refugiados, mostrando así su compromiso con las obligaciones internacionales, los valores de la dignidad y los derechos humanos. La Generalitat Valenciana y ayuntamientos como los de Valencia, Barcelona, Madrid, Zaragoza, Santiago de Compostela o Iruña, nos muestran que el reto humano al que nos enfrentamos puede tratarse sin sumir en la vergüenza colectiva a los ciudadanos y ciudadanas de los que esas instituciones reciben su poder.
Otra política migratoria y de asilo tiene que ser posible, debe ser posible, que no manche irreparablemente nuestra condición de europeos y europeas. Sabemos que eso exige, con toda seguridad, una transformación del sistema de protección internacional de personas refugiadas y un nuevo marco normativo para inmigrantes que no pase por el incesante reforzamiento de las fronteras, los muros o las concertinas y que reafirme el “principio de no devolución”. Requiere, asimismo, un esfuerzo sostenido y firme para atajar las causas de la actual crisis que no son otras que la guerra y la barbarie que se extienden, ante la pasividad general, por esa región del mundo. Ese es un objetivo necesario, urgente, inaplazable, que debe concitar los esfuerzos de la ciudadanía, la intelectualidad, la representación política y los medios de comunicación.
Sabemos que esa tarea requiere un plazo previsiblemente no inmediato, pero mientras tanto, les pedimos a ustedes, a quienes elegimos como nuestra representación política más cercana, que se alcen contra la aplicación de este acuerdo entre la UE y Turquía, que sólo va a prolongar el sufrimiento de tantos seres humanos y desplazar sus rutas de huida y esperanza, favoreciendo a quienes se lucran con esta situación. No basta ya con decir basta. Les exigimos otras políticas. ¡Actúen!
Firman este Manifiesto, el grupo de trabajo Obrim Fronteres, en base a la “Carta abierta a nuestros presidentes y alcaldes”, firmada por Javier de Lucas, Fernando Flores, Belén Cardona, Pepe Reig, Ana Valero, Joaquín Urias y Almudena Bernabeu, colaboradores del blog Al Revés y Al Derecho publicado en el diario INFOLIBRE.