Fuente: Desalambre ElDiario.es
El año 2017 está a punto de terminar con un mapa del mundo lleno de guerras que no acaban y nuevos focos de violencia que expulsan, cadaminuto, a 20 personas de sus hogares.Finaliza con las fronteras más blindadas y una persecución creciente de los activistas que defienden los derechos humanos.Pero también ha sido el año en el que muchas mujeres han dado un paso al frente contra el silencio yel machismo.
Toda selección deja siempre ausencias importantes, así que, como cada año, invitamos a los lectores a que destaquen en los comentarios aquellos otros hechos que, en su opinión, han marcado esteaño quetermina.
1. La limpieza étnica contra los rohingyas
Huyen prácticamente con lo puesto. Caminan exhaustos, muchos de ellos heridos y sus testimonios narran las “atrocidades” perpetradas por el Ejército birmano que la ONU ha calificado de “limpieza étnica de manual”. Es, sin duda, una de las imágenes que deja este 2017: la del éxodo de miles de refugiados rohingyas que caminan y atraviesan un lago para llegar a la vecina Bangladesh.
Tras la ola de violencia desatadaen el estado de Rakhine (Myanmar) el pasado agosto contra esta minoría musulmana apátrida, al menos 6.700 rohingyas han sido asesinados y más de 650.000, la mitad de ellos menores, han escapado al país vecino para salvar su vida. Huyen de torturas, detenciones arbitrarias, violencia sexual, del incendio de pueblos enteros por parte de militares y milicias budistas, según las ONG. Esta persecución ha provocado una lluvia de críticas contra la líder de facto birmana y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, quien evita condenar de forma directa los abusos del ejército en Rakhine.
Desde el genocidio de Ruanda en 1994, una crisis no había generado tal número de desplazados en tan poco tiempo. Y ahora, tras un viajeen el que arriesgan su vida, los rohingyas se hacinan en los campos de Cox’s Bazaar, al sureste de Bangladesh, dondeafrontanlas bajas temperaturas, debilitados por el hambre y las enfermedades.
Bangladesh y Myanmar han acordado la repatriación “rápida” de los rohingyas, programada para finales de enero, pero varias organizaciones han alertado de los riesgos de que se produzcan devoluciones forzadas sin que se garanticen sus derechos y su seguridad.
2. Europa continúa frenando la llegada de refugiados
Este verano estuvo marcado por las miradas atónitas ante la situación en el Mediterráneo central. Cada vez eran más los obstáculos que impedían los rescates a las ONG que se lanzaron al mar para dar respuesta a las muertes migratorias a los pies de Europa. Desde un código de conducta para controlar sus operaciones, hasta el aumento del acoso de los guardacostas libios pasando por la puesta en marcha de una misión naval italiana en aguas del país vecino e incluso la aparición en escena de un barco de ultraderecha que trataba de evitarlos rescates.
Como consecuencia de las mayores restricciones, tres ONG –Médicos Sin Fronteras, Sea Eye y Save The Children– decidieron suspender sus operaciones en el mar. El Mediterráneo continúa siendo la frontera más mortífera del mundo: en 2017 se ha cobrado la vida de 3.116 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Pero en esta orilla lo que se escucha es la celebración del descenso de llegadas a Italia, uno de los objetivos del acuerdo firmado entre la UE y Libia para frenar los flujos desde el país vecino.
El aumento del control fronterizo ha provocado que los migrantes permanezcan más tiempo bloqueados en Libia sometidos a todo tipo de abusos. Aunque era un secreto a voces, unas imágenes de la CNN han indignado al mundo: la venta de esclavos. Como respuesta, los dirigentes europeos y africanos anunciaron la repatriación de cientos de migrantes a sus países de origen, a la casilla de salida.
No es la primera vez que la UE busca socios para controlar sus fronteras. Desde el acuerdo con Turquía, en marzo de 2016, decenas de miles de personas refugiadas sumieron su vida en una larga espera. Y siguen llegando. En las islas griegas los campos están a punto de colapsar por el número de personas confinadas y sus condiciones se deterioran ante la llegada del invierno.
2017 también ha sido el año en el que finalizó la cuenta atrás para acoger a los refugiados. En septiembre, expiró el plazo de las cuotas de reubicación y se confirmó el fracaso: de los 160.000 refugiados acordados, los Estados acogieron a 28.000 personas desde Grecia e Italia, con España entre los países con mayor tasa de incumplimiento. Ahora, la UE se debate entre seguir adelante con las cuotas o dar un carpetazo definitivo al sistema pactado hace dos años en Bruselas.
3. Nuevos CIE y más muertes en el Estrecho
Este año, el debate sobre el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) se ha reforzado. Son cada vez más las voces que cuestionansu existencia, con denuncias de agresiones policiales, sentencias de los Juzgados de control e informes del Defensor del Pueblo.
Las cifras demuestran que no se cumple el objetivo por el que se encierra a personas por haber cometido una falta administrativa, su expulsión. A pesar de las críticas, el ministro del Interior anunció en marzo la construcción de tres nuevos CIE en Algeciras, Málaga y Madrid, cuya creación fue acordada con la UE en 2013.
A finales de noviembre, Zoido presentó el proyecto de CIE en Algeciras con un polémico vídeo en el que se asemejaba a un resort turístico. El ministro trataba de limpiar la imagen de los CIE en un momento en el que al menos 500 migrantes recién llegados a las costas españolas habían sido encerrados en la cárcel de Archidona (Málaga), aún sin inaugurar, alegando falta de espacio en otros centros.
Se les vioagitar camisetas desde sus ventanas para pedir libertad. También a sus familiares. Numerosas entidades han denunciado la falta de estándares mínimos y el encierro de varios menores en esta prisión reconvertida en CIE que incumple la legislación española y está siendo investigado por un juzgado de Almería. Los procedimientos de expulsión de los migrantes recluidos, según las ONG, ya se han iniciado.
El encierro en Archidona se produjo después de que el Gobierno impulsara su discurso de alarma ante el aumento de las llegadas a las costas españolas. Pero también creció el número de los que mueren en el intento. Según la OIM, un total de 223 migrantes fallecieron en 2017 tratando de pisar suelo español, casi el doble que el mismo periodo que el año pasado.
Entre las vidas ahogadas en el Estrecho, las de Samuel, el 'Aylan español' y su madre Veronique, quien decidió embarcarse en una patera después de que la UE le denegara el visado para curarse un tumor. O las 49 personas fallecidas en julio en uno de los mayores naufragios ocurridos en el Mar de Alborán.
4. Estrasburgo condena las devoluciones en caliente
2017 también termina con la condena judicial de las devoluciones en caliente ejecutadas desde hace años por los diferentes Gobiernos españoles en las fronteras. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentencióen octubre que la expulsión inmediata de dos migrantes en Melilla en 2014 era ilegal.
Estrasburgo desacreditaba así la teoría del Gobierno de Rajoy para amparar las devoluciones en caliente en la ley bajo la figura de “rechazo” en frontera, a pesar de que organismos de todo tipo alertaron de su ilegalidad por no respetar principios como el derecho de asilo. Pero el fallo del tribunal europeo no ha significado el fin de las expulsiones: tras la condena, el Ejecutivo ha seguido devolviendo de forma inmediata a migrantes en Ceuta.
El Gobierno siempre había rechazado la existencia de estas prácticas hasta que se vio obligado a reconocerlas tras la muerte de 14 personas en febrero de 2014, en un intento de entrada en Ceuta disuadido por la Guardia Civil con pelotas de goma y botes de humo.
2017 se marcha tras la reapertura de la causa de las muertes del Tarajal. La justicia española concluyó que no se realizaron las investigaciones necesarias antes de ser archivadas. Tres años después de su muerte, las víctimas fueron homenajeadas por sus familiares en Camerún: “Nos da fuerzas para seguir luchando”.
5. De Yemen a Congo: guerras que no cesan
2017 no ha sidoun