“Atu, la cara visible de un pueblo olvidado”. Una película documental sobre la vida en los campamentos de refugiados saharauis desde el punto de vista de una niña.
La ONGD MOSSolidaria presenta la última producción de Alberto Pla, el lunes, 15 de agosto, a las 20 horas, en Ruzafa Studio
Desde hace más de 43 años el pueblo saharaui lucha por recuperar su casa, ahora en manos de Marruecos. Esta ex colonia española es el único territorio no descolonizado de África. De hecho, es uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión delComité Especial de Descolonizaciónde laOrganización de las Naciones Unidas,
Gran parte de la población saharaui, unas 200.000 personas, sobrevive en cinco campos de refugiados desde 1976, cuando su potencia administradora,España, abandonó el Sahara Occidental en manos deMarruecos. Estos campos están ubicados en el territorio argelino de Tinduf, en pleno desierto, cerca de la frontera con Marruecos.
Mari Olcina lleva cinco años trabajando para mejorar la nutrición de la población saharaui y ha fundado MOSSolidaria ONGD para canalizar la ayuda de manera más efectiva. Ahora estrena, junto a la agencia Alberto Pla – Proyectos de Comunicación Social, la película documental “Atu, la cara visible de un pueblo olvidado”. Mediante la historia de esta niña, que cada verano viaja a España dentro del proyecto “Vacaciones en Paz”, narra la forma de sobrevivir y de resistir del pueblo saharaui en el exilio.
Mari y Atu durante los meses estivales se convierten en madre de acogida e hija. Sus corazones están unidos por una causa: la del Sáhara libre. Ambas son conscientes de que su lucha no es nada sencilla, de que tienen muchas cosas en contra, empezando por la pasividad de la comunidad internacional, pero mantienen la esperanza de que un día el Sahara Occidental sea libre y que sus ciudadanos puedan tener un pasaporte y puedan decidir sobre su propio destino y sobre el de su pueblo.
La vida en el Sahara Occidental tiene cuatro características y varios derechos que son vulnerados a diario. La rutina en los quehaceres y en la alimentación, pues cuentan con una precaria canasta básica. El hecho de ser apátridas, sin derecho a una nacionalidad. La precaria asistencia sanitaria básica y la dominación por parte de Marruecos, son algunos de los problemas a los que se enfrentan desde hace décadas y lo hacen con el silencio cómplice de la comunidad internacional.
Entre los protagonistas de este documental se encuentran saharauis, así como Atu y su familia de origen, representantes de la Media Luna Roja o del Programa Mundial de Alimentos, y también españoles como Mari Olcina o la exconcejala de Cooperación, Neus Fábregas. Así como los estudiantes de nutrición que cada año viajan, junto a Mari Olcina, al Sahara occidental para conocer de primera mano la realidad de este pueblo y tratar de paliar sus carencias alimentarias y nutricionales.
Ellos y ellas reflexionan sobre las necesidades, carencias, aspiraciones y sueños de este pueblo que España abandonó a su suerte hace más de 40 años.
La cinta pretende dar voz al pueblo saharaui y también poner en valor el trabajo incansable de las mujeres en campamentos y resaltar la necesidad de una adecuada alimentación, de la que carecen. Ellas, desde el silencio, mantienen la fe de que un día volverán a su tierra y por ello viven organizadas para cuidar y educar a los niños y niñas, trabajan en las guarderías, escuelas, hospitales, alimentan a sus conciudadanos y llevan a cabo la tarea más tareas cotidianas.