Arabia Saudí ha cometido “violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos” tanto dentro del propio país como en otros países, y ha utilizado su posición en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para obstruir efectivamente la justicia por posibles crímenes de guerra, han afirmado hoy Amnistía Internacional y Human Rights Watch en una declaración conjunta, en la que hacen un rotundo llamamiento a la Asamblea General de la ONU para que suspenda la pertenencia de este país al máximo órgano mundial de derechos humanos.
Las organizaciones piden que se despoje a Arabia Saudí de sus derechos a formar parte del Consejo de Derechos Humanos hasta que ponga fin a los ataques ilegítimos de la coalición militar que encabeza en Yemen y éstos sean investigados de forma creíble e imparcial.
“Está en juego la credibilidad del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Desde que se incorporó al Consejo, el terrible historial en materia de derechos humanos de Arabia Saudí dentro del país ha seguido empeorando, y la coalición que encabeza ha matado y herido ilegítimamente a miles de civiles en el conflicto de Yemen. Permitir que siga siendo miembro activo del Consejo, donde ha usado su posición para protegerse de la rendición de cuentas por posibles crímenes de guerra, huele a profunda hipocresía y desacreditaría al máximo órgano de derechos humanos del mundo”, dijo Richard Bennett, director de la oficina de Amnistía Internacional ante la ONU.
“Los sólidos indicios de la comisión de crímenes de guerra por parte de la coalición encabezada por Arabia Saudí en Yemen deberían haber sido investigados por el Consejo de Derechos Humanos. En cambio, Arabia Saudí usó cínicamente su pertenencia al Consejo para hacer descarrilar una resolución para abrir una investigación internacional, recabando apoyo para una resolución rival e inoperante que respaldaba una investigación nacional yemení. Nueve meses después, esa investigación no ha estudiado de forma creíble las denuncias de crímenes de guerra y otras violaciones graves.”
“Como miembro del Consejo de Derechos Humanos, Arabia Saudí debe mantener los estándares más elevados en materia de derechos humanos. En realidad, encabeza una coalición militar que ha realizado ataques aéreos ilegítimos y mortales contra mercados, hospitales y escuelas en Yemen. La coalición también ha usado en reiteradas ocasiones armas prohibidas internacionalmente en zonas civiles. Dentro del propio país, Arabia Saudí ha llevado a cabo cientos de ejecuciones, ha condenado a muerte a menores de 18 años tras juicios manifiestamente injustos y ha reprimido implacablemente a los activistas de la oposición y a los defensores y defensoras de los derechos humanos.”
Actualmente, permanecen condenados a muerte tres jóvenes activistas en Arabia Saudí. Ali Mohammed Baqir al-Nimr y otros dos jóvenes activistas chiíes fueron detenidos cuando eran menores de edad tras haber participado en concentraciones en contra del gobierno.Amnistía Internacional hace campaña para que se anule su condena a la pena capital.
La dura represión desatada contra todas las formas de disidencia en el país ha continuado sin cesar durante todo el tiempo que éste viene siendo miembro del Consejo, incluso mediante el uso de juicios manifiestamente injustos ante un tribunal especial antiterrorista y la imposición de largas penas de prisión a disidentes pacíficos y defensores de los derechos humanos. Desde que Arabia Saudí fue elegido miembro del Consejo, han sido ejecutadas más de 350 personas y en 2015 se registraron más ejecuciones que en ningún otro año desde 1995.
En las últimas semanas, Arabia Saudí ha eludido la rendición de cuentas presionando a la ONU para que quite la coalición militar que encabeza en Yemen de la lista de Estados y grupos armados que violan los derechos de los niños y niñas en los conflictos armados. Arabia Saudí amenazó con desvincularse de la ONU, retirar su apoyo económico, incluso a los proyectos humanitarios, y llevarse consigo a sus aliados próximos.
A pesar de los indicios crecientes de la comisión de crímenes de guerra, aliados clave de Arabia Saudí, como Estados Unidos y Reino Unido, no han puesto fin a las transferencias de armas para uso en Yemen.
“Lo que es especialmente escandaloso es el ensordecedor silencio de la comunidad internacional, que ha cedido una y otra vez a la presión de Arabia Saudí y ha antepuesto los negocios, las armas y los acuerdos comerciales a los derechos humanos a pesar del historial de este país de comisión de violaciones graves y sistemáticas de derechos humanos con total impunidad”, concluyó Richard Bennett.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch piden a los Estados miembros de la ONU que voten suspender la pertenencia de Arabia Saudí al Consejo. También piden una investigación internacional, independiente e imparcial, sobre las violaciones del derecho internacional humanitario en Yemen.
Información complementaria
La resolución 60/251 de la Asamblea General, que creó el Consejo de Derechos Humanos, establece que “la Asamblea General, por mayoría de dos tercios de los miembros presentes y votantes, podrá suspender los derechos inherentes a formar parte del Consejo de todo miembro de éste que cometa violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos.” En 2011, Libia fue el primer y único país suspendido.
El Consejo de Derechos Humanos está reunido del 13 de junio al 1 de julio. Su próximo periodo de sesiones se celebrará del 13 al 30 de septiembre.