Fuente: Acción contra el Hambre
Reacción al Informe mundial sobre crisis alimentarias en tiempos de la COVID-19.
Declaraciones del Director General de Acción contra el Hambre, Olivier Longué:
«El aumento del hambre en el mundo causado por la COVID-19 hace que las crisis alimentarias de hoy no puedan tratarse una a una: una pandemia necesita una respuesta global y solidaria por parte de todos los países».
«Ante las cifras conocidas hoy que señalan que las crisis alimentarias de todo el planeta se han disparado y podrían alcanzar los más de 250 millones de afectados a finales de año, se requiere una respuesta que vaya más allá de lo sanitario: las consecuencias socioeconómicas de la pandemia pueden ser tan dañinas como la propia enfermedad para países sin mecanismos de protección y con la mitad de la población viviendo al día a causa de una economía informal»
«Desde Acción contra el Hambre estamos preocupados también por un potencial colapso en los sistemas de salud que pueda dificultar el tratamiento de otras enfermedades como la desnutrición aguda, especialmente en los países más vulnerables. Solo en África la ratio de médicos es de 0,5 por 1000 habitantes».
«Por otra parte hay que tener muy en cuenta el peligro de que las restricciones de movimientos acaben afectando al envío de la ayuda humanitaria, de la que dependen hoy para sobrevivir más de 200 millones de personas».
«Es fundamental que se dispongan fondos adicionales, sin mermar los ya comprometidos en actuales crisis alimentarias, y que se flexibilicen los fondos actuales. Solo en Sahel las previsiones antes de las medidas de confinamiento para detener el virus indicaban una cifra de 19 millones personas de crisis alimentaria en los próximos meses. Ahora podrían duplicarse».
Desde Acción contra el Hambre nos hemos movilizado en los cerca de 50 países en los que trabajamos para luchar contra la pandemia desde tres ejes: contención y prevención, mitigación de las consecuencias socioeconómicas y coordinación nacional e internacional.