Con profunda tristeza confirmamos el asesinato de Ishaku Yakubu, trabajador de Acción contra el Hambre en la base de Monguno, y de otros cuatro trabajadores humanitarios que fueron tomados como rehenes por un grupo armado no estatal en el noreste de Nigeria, en el estado de Borno, el pasado 8 de junio. a pesar de que no estaba trabajando.
Desde Acción contra el Hambre condenamos enérgicamente estos asesinatos y lamentamos profundamente que nuestros llamados a su liberación no hayan sido respondidos.
Nuestros pensamientos están con su familia, amigos y colegas en Nigeria.
El secuestro de trabajadores humanitarios viola el derecho internacional humanitario y todas las normas para la protección de las trabajadoras y trabajadores, las organizaciones humanitarias y sus colaboradores. Este injustificable asesinato refleja la inmensa dificultad a la que se enfrentan los actores humanitarios independientes e imparciales, y la violencia a la que estamos expuestos todos los días para cumplir nuestra misión, así como para promover los valores de humanidad y solidaridad que son más necesarios que nunca. Una vez más surge la pregunta de cómo equilibrar la preocupación por la seguridad de los equipos con la continuidad de una ayuda vital para miles de personas.
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