Mujeres libres de violencias y en paz

Con motivo del Día internacional contra las violencias de género, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo pone en valor el papel de millones de mujeres de todo el mundo que ponen freno a las violencias que sufren y construyen la paz

“Nos solidarizamos especialmente con aquellas mujeres que enfrentan la devastación y crueldad de las guerras, los conflictos y la violencia armada. Mujeres que alzan su voz en busca de paz y justicia”

La Coordinadora reconoce la lucha incesante de las mujeres en la defensa de sus derechos y se compromete a seguir trabajando de la mano para construir un mundo en el que la igualdad de género y la paz sean la norma

Llama a participar en las iniciativas y movilizaciones que se convocan estos días

En este 25 de noviembre, nos sumamos a millones de voces que en todo el mundo se alzan contra las violencias que sufren las mujeres y las niñas. Nos unimos en solidaridad con las que resisten y tejen la paz en contextos muy adversos. Abrazamos a aquellas que siempre han frenado las múltiples violencias machistas que ahogan sus vidas. Reconocemos y aplaudimos la lucha incesante de los movimientos feministas y de todas las mujeres que día a día luchan por sus derechos. Nos unimos a ellas y reivindicamos un planeta donde todas podamos vivir en plenitud y libres de cualquier opresión.

En un contexto mundial con el mayor número de conflictos desde la II Guerra Mundial, el papel de las mujeres es esencial: cuando las bombas destruyen, sostenemos la vida; somos agentes de paz, tejemos redes de cuidados y de apoyo mutuo, construimos alternativas que desafían a los sistemas opresivos, le apostamos a la igualdad y promovemos el respeto mutuo.

Nuestra lucha no es solo una cuestión de género, sino también una propuesta de profunda transformación social desde una visión de justicia, de diálogo, de paz y derechos humanos. Es una lucha transversal y horizontal que debe ser inclusiva y cuestionar todas las formas de discriminación y de opresión que enfrentamos las mujeres en todo el mundo. Por eso, nos sumamos al movimiento global que desafía un sistema capitalista profundamente machista, patriarcal y colonialista basado en políticas que perpetúan la violación de los derechos humanos, las violencias, la escalada armamentística y el consecuente dolor de millones de personas.

Hacemos un llamado mundial a la acción para fortalecer las políticas que garanticen los derechos de las mujeres y poner fin a todas las formas de violencia que atentan contra nuestros cuerpos, derechos y territorios. Nos solidarizamos especialmente con aquellas que enfrentan la devastación y crueldad de las guerras, los conflictos y la violencia armada. Mujeres que, en contextos muy extremos se alzan en busca de paz y justicia. Reconocemos su papel fundamental en los procesos de paz y exigimos su plena participación en todas las etapas en su construcción, tal como establece la Resolución 1325 de Naciones Unidas. La paz duradera sólo será posible si se construye sobre la base de la erradicación de la violencia machista y patriarcal y el respeto de los derechos humanos.

A pesar del rol esencial de las mujeres en el mantenimiento de la paz, sufren las consecuencias de las guerras de una forma diferenciada y más grave. Los conflictos armados generan una sobrecarga de cuidados de sus familias y redes, un incremento de la violencia sexual como arma de guerra, la proliferación de redes de trata con fines de explotación sexual, y mayores dificultades de acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, entre otras consecuencias.

En 2023, la proporción de mujeres asesinadas en conflictos armados se duplicó con respecto a 2022: cuatro de cada diez personas que murieron como resultado de los conflictos eran mujeres. Los casos de violencia sexual relacionada con los conflictos verificados por la ONU aumentaron un 50 por ciento.

Por todo ello, nos comprometemos a seguir trabajando juntas para construir un mundo libre de violencias donde la igualdad de género sea la norma y no la excepción. Abogamos por un cambio cultural que celebre y promueva la agencia de las mujeres desde la infancia, creando entornos donde todas las personas, independientemente de su género o identidad, se sientan empoderadas y respetadas.

Reafirmamos nuestro compromiso con la justicia feminista y reconocemos la interseccionalidad que caracteriza nuestras luchas. Afrontamos de manera colectiva las múltiples discriminaciones que sufrimos en todo el mundo, sin dejar atrás a las mujeres cuyas vidas están siendo más vulneradas. Seguimos incansables en nuestro esfuerzo por superar estos obstáculos con el fin de crear un mundo donde las mujeres no solo sobrevivan, sino que prosperen en igualdad, respeto a la diversidad, y paz.

Animamos a todas las personas a sumarse a las movilizaciones que se realizarán en ciudades y pueblos en todo el territorio nacional e internacional. Juntas, somos más fuertes y capaces de transformar nuestra realidad hacia un mundo justo, feminista, sostenible y en paz.

Participación de las mujeres en procesos de paz

Las mujeres desempeñan roles fundamentales en procesos de paz en todo el mundo, aunque todavía enfrentan barreras significativas para una participación plena y efectiva. En 2022, participaron como negociadoras o delegadas en cuatro de los cinco procesos de paz liderados o co-liderados por las Naciones Unidas, aunque solo representaron el 16% de las personas participantes, un descenso en comparación con años anteriores.​ Datos de UN Women.

La participación de las mujeres en negociaciones de paz aumenta significativamente la durabilidad y el éxito de los acuerdos alcanzados. Diversos estudios muestran que la inclusión de mujeres incrementa la probabilidad de que un acuerdo de paz dure al menos dos años en un 20%, y la probabilidad de que dure 15 años en un 35%​. A pesar de esto, menos del 3% de las personas signatarias de acuerdos de paz fueron mujeres UN Women.

 

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