Moria: 12.000 personas sin hogar víctimas del fuego y la indiferencia

Médicos del Mundo hace un llamamiento al Estado, a las organizaciones internacionales, a la sociedad civil, a nuestros colegas y a la ciudadanía de a pie para que salvaguarden los derechos humanos de las personas en movimiento.

Quienes migran y buscan refugio son, ante todo, seres humanos.

Refugiados en Moria
Personas refugiadas en Moria. Fotografía de Médicos del Mundo Grecia.

De la noche a la mañana, el mayor campamento de refugiados de Grecia ha sido destruido por el fuego, junto con las instalaciones sanitarias y otras oficinas. Más de 12.000 hombres, mujeres y niños se encuentran ahora sin hogar y necesitan urgentemente asistencia humanitaria, mientras que 37 personas con covid-19 confirmado están desaparecidas.

Llevamos a cabo programas de salud en el campamento de Kara Tepe, el lugar que acoge muchas personas de la desbordada Moria.

Nuestra unidad médica móvil se encuentra actualmente en las afueras del centro de Moria y nuestro equipo, compuesto por 22 miembros del personal médico y del proyecto, está ayudando en los esfuerzos para identificar a las posibles víctimas y evaluar las necesidades de los desplazados por el incendio.

En Atenas, nuestro personal está preparando un envío de emergencia de artículos no alimentarios (tiendas de campaña, sacos de dormir, equipo de protección covid-19, kits de higiene y material informativo), medicamentos y consumibles médicos (jeringas, gasas y antisépticos) para hacerlos llegar a Lesbos, al tiempo que planifica una respuesta más integral.

«Nuestro equipo está fuera del campo de Moria en este momento, evaluando los daños en colaboración con el gerente del campo y el departamento de bomberos. Nuestros temores y ansiedad por las víctimas están creciendo”, relata Constantinos Petradellis, coordinador de campo de Médicos del Mundo Grecia en Lesbos. «Desde Moria hasta Epano Skala (a la entrada de la capital Mytilene), la gente está sentada al lado de la carretera con las pocas pertenencias que podían llevar, huyendo una vez más por su seguridad”, añade Petradellis. «La Covid-19 complica las cosas, ya que exige un desafío adicional para la gestión de la salud. Hasta ahora, los 37 casos confirmados de COVID-19 que vivían en Moria siguen desaparecidos».

Moria, resultado de la incapacidad política

Este es otro trágico acontecimiento que pone de manifiesto la incapacidad de Grecia y Europa para gestionar una crisis en evolución con humanidad. El fuego que arrasó Moria anoche no es el primero. Sus instalaciones han sido parcialmente quemadas repetidamente, demostrando en la práctica las carencias del centro y la falta de medidas eficaces de seguridad y protección. Hemos llorado víctimas en Moria en el pasado, muertes en el territorio de Grecia y el resto de Europa, muertes que se produjeron en tiempos de paz y no en tiempos de guerra y que podrían haberse evitado si hubiera prevalecido el respeto del imperativo humanitario y la observancia del derecho internacional humanitario.

Sin medidas de acogida y asilo coherentes, esas tragedias seguirán ocurriendo, lo que confirma de la peor manera la ineficacia de las políticas de disuasión aplicadas. Médicos del Mundo ha reiterado esta posición en varias ocasiones y ha advertido repetidamente de las dramáticas consecuencias de las políticas actuales en vigor, apoyando la alternativa de vías seguras y corredores humanitarios para los refugiados de terceros países a Europa.

Grecia y toda Europa están experimentando una crisis de acogida y solidaridad, porque han convertido una situación manejable en una crisis humanitaria, con condiciones de vida aberrantes y privación de servicios y bienes básicos que violan todas las nociones del humanismo. En última instancia, es la absurda restricción geográfica impuesta por el acuerdo oficioso entre la Unión Europea y Turquía en 2016 la que ha confinado a decenas de miles de personas en las islas; son las políticas miopes y populistas, que alimentan el desarrollo de comportamientos extremistas y el discurso de odio, las que exacerban y complican aún más la situación.

En medio de una pandemia, las 12.000 personas varadas de Moria, como todas las poblaciones «cerradas», son más vulnerables a la transmisión. Desde el comienzo del brote de la pandemia, Médicos del Mundo Grecia ha diseñado planes de respuesta realistas y factibles para los campamentos y las instalaciones de alojamiento alternativo con el fin de gestionar y controlar de manera oportuna la posibilidad de una mayor transmisión de la enfermedad. Lamentablemente, esos planes no se aplicaron sobre la base de que las primeras pruebas diagnósticas en Moria no indicaban la existencia o la propagación de la enfermedad.

Hacemos un llamamiento al Estado, a las organizaciones internacionales, a la sociedad civil, a nuestros colegas y a la ciudadanía de a pie para que salvaguarden los derechos humanos de las personas en movimiento. Quienes migran y buscan refugio son, ante todo, seres humanos.

, ,

Scroll al inicio