La zona del Valle Central de Tarija está formada por comunidades campesinas, posee suelos frágiles, con mucha erosión, y sufre las consecuencias de las sequías, afectando la falta de riego a un 60% de las cosechas y al 75% de las comunidades. Las lluvias llegan en períodos cada vez más cortos e intensos, por lo que se pierden rápidamente por las laderas y ríos. La escasez de agua acumulada para el riego es la causa principal del bajo rendimiento de los cultivos, las perdidas de muchos cultivos, del déficit alimentario y de la falta de recursos económicos de las familias, lo que obliga, dada la falta de trabajo en amplios períodos del año, a emigrar, sobre todo a los jóvenes.
Las familias de la Mancomunidad presentan un índice de desarrollo humano muy bajo en relación al índice nacional y departamental, este índice está altamente influido por el nivel de ingresos, los mismos que repercuten en la inseguridad alimentaria de las familias. Ante esta situación y tras el impacto positivo obtenido con anteriores intervenciones a más de 60 comunidades, el proyecto continuará aplicando y profundizará un modelo de desarrollo comunal, en el que se privilegia el manejo adecuado de los recursos naturales (suelo, agua y vegetación), la asistencia técnica y dotación de semillas para mejorar los rendimientos y la calidad de los productos, promoviendo la asociatividad de los actores, la mejora de la competitividad de los productos en los mercados locales y nacionales, la promoción de una producción limpia la promoción del consumo responsable, desarrollando un mercado social que favorezca e incremente el consumo de productos agroecológicos, privilegie el consumo responsable, sano y saludable.
Todas estas acciones están destinadas a mejorar los niveles de seguridad alimentaria y la generación de excedentes de manera sostenible en las familias que participen del proyecto. En este proyecto se apoyarán a 51 comunidades de los 4 municipios que integran la Mancomunidad, beneficiando a un total de 1.384 familias (6.920 personas) buscando contribuir a la preservación de los recursos naturales para su aprovechamiento racional y a fortalecer las capacidades productivas y comerciales de los campesinos.
El programa conseguirá por tanto, aumentar la seguridad en las cosechas a través de una mayor disponibilidad de agua para riego. Mejorará la escasa dieta alimentaria diversificando y optimizando la actividad agropecuaria, y se favorecerá el aumento del ingreso de los agricultores a través de la comercialización de sus productos. Al disponer de mayor capacidad de ingreso y ahorro familiar, disminuirá la emigración. La institución ejecutora del proyecto es IICCA (Instituto de Investigación y Capacitación Campesina) lleva años trabajando en la zona gracias al apoyo que Manos Unidas le ha brindado desde el año 1997. Para la ejecución de este programa se solicita a Manos Unidas apoyo para las construcción de nuevas infraestructuras, adquisición de equipos y apoyo al personal local, el IICCA aportará con gastos de personal y funcionamiento y los Gobiernos Municipales aportarán para la construcción y equipamiento.