790.000 personas habrían caído en la pobreza severa en España debido a la COVID-19, según el informe anual de desigualdad que publica la ONG Oxfam Intermón con motivo del Foro de Davos. El total de personas en esta situación, que son las que viven con menos del equivalente a 16 euros al día, podría alcanzar la cifra de 5,1 millones de personas, lo que supone un aumento desde el 9,2% registrado antes de la pandemia hasta el 10,86%.
“Los datos demuestran cómo la pandemia se ha cebado con las personas más vulnerables”, dice Franc Cortada, director de Oxfam Intermón. “Sin una respuesta adecuada, hay un grave riesgo de que la salida de la crisis profundice y eternice las desigualdades en España, empobreciendo a las personas más pobres mientras las más ricas se recuperan a paso firme. El mensaje más importante en este sentido es que las políticas públicas pueden servir para cambiar esta situación, como lo demuestran los ERTE y otras medidas como el Ingreso Mínimo Vital, aunque éste necesita mejoras urgentes en su puesta en práctica”.
Otros datos inéditos que aporta el informe:
- La tasa de pobreza relativa en España pasaría del 20,7% hasta el 22,9%, lo que supone un millón de personas más por debajo de la línea de pobreza, estimada en 24 euros al día, hasta alcanzar los 10,9 millones de personas durante el 2020.
- El decil de personas más pobres en nuestro país perdería, proporcionalmente, hasta siete veces más renta que el decil más rico.
- Los ERTE pueden haber evitado que más de 710.000 personas hayan caído en la pobreza. La medida ha sido esencial para limitar el incremento de la pobreza y la desigualdad, con una reducción estimada de 1,17 puntos en el índice de desigualdad de Gini.
- El IMV tan sólo ha llegado, según el gobierno, a 160.000 de los 850.000 hogares previstos. De haberse implementado en su totalidad durante el segundo semestre del año, Oxfam Intermón estima que el IMV habría salvado de la pobreza a 277.000 personas y reducido la pobreza severa en 230.000 personas. El índice de Gini se habría reducido en 0,5 puntos.
- El informe destaca que, por comunidades autónomas, Baleares sería la más afectada (hasta un 19,6% más de personas en pobreza relativa) seguida por La Rioja y Navarra. En números absolutos, el mayor incremento de personas por debajo de la línea de pobreza relativa se produce en Andalucía, con más de 270 mil personas, seguido por la Comunidad de Madrid y Cataluña.
- El índice de pobreza entre la población migrante alcanzaría el 57%, frente al 22,9% de media del total de la población. En situación especialmente vulnerable quedan las 300.000 personas trabajadoras en situación administrativa irregular, cuyos empleos se concentran en sectores particularmente afectados por los cierres de actividad y que quedan totalmente desprotegidos de las medidas tomadas por el gobierno.
En España, el desempleo provocado por la pandemia es el principal generador de desigualdad y pobreza, debido a la caída de ingresos de los trabajadores y trabajadoras más precarios. Los sectores sometidos al cierre durante el año 2020 mantienen un salario anual que, de media, supone un 60% del salario mediano en España, mientras que aquellos sectores que han podido tele trabajar durante los cierres mantienen unos salarios un 140% superior al salario mediano.
Los colectivos más afectados
Personas migrantes, jóvenes y mujeres son los colectivos más afectados por la desigualdad que ha provocado la pandemia, según Oxfam Intermón. Entre las personas jóvenes, esta desigualdad en los ingresos salariales aumentó 1,6 veces por encima del promedio, mientras que la tasa de desempleo llega al 55% entre las personas menores de 20 años. Las mujeres, por su parte, constituyen el 57% de todas las personas subempleadas y el 73% de las que trabajan a tiempo parcial. El incremento del desempleo también se dobla en los niveles educativos inferiores.
“Mujer joven, migrante, con bajos estudios y perteneciente a un colectivo racializado. Ese sería el perfil más vulnerable ante los efectos de la pandemia”, explica Franc Cortada. “Pero cualquiera de esas circunstancias por separado ya conlleva una situación más difícil que la media a la hora de defenderse de esta crisis”.
La ONG propone una serie de medidas para evitar este enraizamiento de la desigualdad en España. Entre ellas, políticas de empleo alternativas para sustituir a los ERTES, que incluyan una mejora del modelo productivo, apoyo a las empresas que garanticen empleo digno, y medidas que regulen la temporalidad, parcialidad, subcontratación o falsos autónomos y que protejan a los colectivos más vulnerables como trabajadoras domésticas y migrantes. También ampliar la cobertura del IMV, agilizando trámites y requisitos y con especial foco en la reducción de la pobreza infantil. Una reforma fiscal que recaude de forma más progresiva y que luche contra la evasión y la elusión fiscales y un uso de los fondos europeos para la recuperación con mirada transformadora y enfocada a reducir la desigualdad son otras de las medidas contra la desigualdad propuestas por Oxfam Intermón.
La pandemia en el mundo
En tan sólo nueve meses, las mil mayores fortunas del mundo ya habían recuperado las pérdidas económicas originadas por la pandemia de COVID-19, mientras que los al menos 200 millones de personas que según el cálculo del Banco Mundial podrían haber caído en la pobreza por la pandemia necesitarían más de una década para recuperarse de los impactos económicos de la crisis. Los datos proceden del informe internacional de Oxfam “El virus de la desigualdad”, también publicado hoy. Según Oxfam Intermón, si los gobiernos lograran reducir la desigualdad en el mundo en un 2% anualmente, conseguirían salvar de la pobreza a esos 200 millones adicionales en 3 años en lugar de en una década.
Desde el inicio de la pandemia, la fortuna de los 10 hombres más ricos del mundo ha aumentado en medio billón de dólares, una cifra que financiaría con creces una vacuna universal para la COVID-19 y que garantizaría que nadie cayese en la pobreza como resultado de la pandemia. Al mismo tiempo, la pandemia ha desencadenado la peor crisis laboral en más de 90 años, y cientos de millones de personas se encuentran subempleadas o sin trabajo.
El informe revela que la pandemia de COVID-19 tiene el potencial de aumentar la desigualdad económica en prácticamente todos los países del mundo al mismo tiempo, una situación sin precedentes desde que empezara a registrarse este tipo de datos hace más de un siglo.
La desigualdad se está cobrando vidas. En Brasil, las personas afrodescendientes tienen un 40% más de probabilidades de morir a causa de la COVID-19 que las personas blancas. En los Estados Unidos, si la tasa de mortalidad de las personas de origen latino y afroamericano hubiese sido la misma que la de las personas blancas, aproximadamente 22.000 personas negras y latinas aún seguirían con vida. Las zonas más pobres de países como España, Francia e India presentan tasas de infección y mortalidad más elevadas. En el caso de Inglaterra, las tasas de mortalidad de las regiones más pobres duplican a las de las zonas más ricas.
“La lucha contra la desigualdad debe ser un elemento fundamental del rescate económico y los esfuerzos de recuperación”, dice Franc Cortada. “Los Gobiernos mundiales deben garantizar un acceso universal a las vacunas contra la COVID-19 y a prestaciones por desempleo para las personas que pierdan su trabajo. Deben invertir en servicios públicos y sectores con bajas emisiones de carbono para crear millones de empleos nuevos; asegurar el acceso del conjunto de la población a servicios de salud, atención social y educación de calidad. Para ello, deben garantizar que las personas y empresas más ricas paguen los impuestos que en justicia les corresponden”.