Fuente: CODESPA
La desigualdad entre hombres y mujeres queda patente hasta en términos de pobreza. Las mujeres representan el 70% de la población que vive en situación de pobreza. Además, la crisis económica mundial ha afectado sobre todo a niñas y mujeres. Ellas son las primeras en perder el trabajo y en dejar las escuelas para echar una mano en los hogares.
Por otro lado, los conflictos armados siguen dejando graves consecuencias en la vida de niñas y mujeres. Algunas son violadas y otras tienen que luchar en los conflictos, siendo utilizadas como armas de guerras. En otros casos, matrimonios concertados, forzados y siendo muy jóvenes, truncan sus vidas.
En términos de educación, dos tercios de las personas que no saben leer ni escribir son mujeres. Un derecho humano que muchas veces se les ve negado por el simple hecho de ser mujeres. El tener que trabajar en el hogar así como los matrimonios concertados, ya mencionados, les obliga a abandonar las escuelas.
Estos datos nos dejan una certeza: la igualdad es un reto por el que todavía hay que luchar
“La igualdad de género es más que un objetivo en sí mismo. Es una condición previa para afrontar el reto de reducir la pobreza, promover el desarrollo sostenible y la construcción de buen gobierno”, según Kofi Annan.
Si conseguimos, entre todos, hombres y mujeres, que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres, se podrán conseguir muchas cosas en términos de sanidad, nutrición y educación de las familias. Las mujeres que reciben una educación, benefician a sociedades enteras, siendo promotoras del cambio. Como dice Barack Obama: “Está demostrado que las comunidades que dan a sus hijas las mismas oportunidades que a sus hijos tienen más posibilidades de éxito. Eso es así en América y Kenia”.
Si todas las mujeres estudiasen secundaria, se reduciría un 49% la mortalidad infantil, salvando 2,8 millones de vidas. Dando a las mujeres agricultoras las mismas oportunidades que a los hombres se podría reducir el número de personas que sufren hambre crónica entre 100 y 150 millones. Si es la mujer la que lleva los ingresos al hogar, aumenta en 20 veces la probabilidad de supervivencia de sus hijos. Estos son algunos datos que dejan constancia de la importancia de luchar por la igualdad entre hombres y mujeres.
Queda mucho por hacer: promover políticas que tengan en cuenta el desarrollo de niñas y mujeres, invertir para que las niñas puedan recibir una educación que les permita luchar por sus derechos, ofrecer oportunidades de trabajo a mujeres, así como apoyar su liderazgo. Estas son algunas de las medidas por las que todos debemos de luchar.
Desde CODESPA promovemos proyectos que buscan que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Ningún país ha conseguido que la igualdad de género sea plena pero en los países en vías de desarrollo, esta situación empeora. Nosotros trabajamos para que las niñas puedan ir a la escuela, garantizando su derecho a la educación y evitando que formen parte de conflictos armados. Además, promovemos la formación profesional entre mujeres jóvenes para que puedan acceder a un puesto de trabajo que les permita obtener unos ingresos con los que ayudar a sus familias y comunidades. Por otro lado, apostamos por el empoderamiento de asociaciones formadas por mujeres para que puedan vender sus productos de una forma justa. Por último, impulsamos su acceso a microcréditos para que puedan invertir en sus pequeños negocios, en sus tierras o en herramientas, de forma que puedan tener un medio de vida que les permita vivir dignamente.
Para poder seguir trabajando y erradicar estos problemas, necesitamos la ayuda de todos. Cualquier aportación, por pequeña que pueda parecer, es necesaria para que sigamos luchando para que las mujeres tengan el lugar que se merece. ¿Donas? Pincha aquí y únete a nuestra causa.
