La Federación Internacional de Asociaciones de Lucha contra la Lepra (ILEP), de la que la fundación Fontilles es miembro, ha concluido el 24 de marzo en València su asamblea anual con la recomendación a gobiernos e instituciones sanitarias de formar nuevos profesionales especializados en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. La comisión técnica de ILEP ha constatado que el envejecimiento de los profesionales actuales hace necesario garantizar el relevo generacional tanto del personal médico y enfermero de los sistemas nacionales de salud como de los colaboradores en el terreno, personal paramédico y voluntariado.
El asesor técnico de ILEP, Paul Saunderson, ha considerado que la formación de esta nueva generación de profesionales es un reto fundamental para afrontar los otros dos desafíos que surgirán en la lucha contra la lepra durante los próximos años: por un lado, la inminente interrupción de la transmisión de la enfermedad en algunos países; por otro, la gran variabilidad de la incidencia de la enfermedad entre diferentes zonas de un mismo país.
Respecto al primer aspecto, los especialistas de la comisión técnica de ILEP han estimado que en los próximos años, entre tres y ocho, países que en la actualidad presentan un escaso número de nuevos casos de la enfermedad en niños y niñas de hasta catorce años —como Marruecos, Camboya, Vietnam y Las Maldivas— pasarán a no detectar ninguno, lo que indicará la interrupción de la transmisión comunitaria. En cuanto al segundo, los técnicos de la federación estiman que lo mismo puede ocurrir en zonas concretas de países con una alta incidencia de la enfermedad, como India y Brasil. Saunderson alertó de que nada de ello debería suponer la finalización de los programas en dichos espacios, sino que hará necesario replantear las estrategias y reorientarlas al mantenimiento de la vigilancia —ante posibles nuevos casos como consecuencia de migraciones y de incubaciones ya iniciadas—, de la lucha contra el estigma y de los servicios de atención a la discapacidades en casos antiguos.
Por otra parte, la asamblea ha elegido tres proyectos innovadores a desarrollar durante los próximos años relacionados con el diagnóstico temprano de la enfermedad, el tratamiento de las úlceras que genera y la reducción del estigma que causa quienes la padecen.
Sobre ILEP y su asamblea
La asamblea anual de ILEP empezó el martes 21 en València y ha concluido el viernes 24 con un plenario y con la visita al sanatorio de Fontilles en la Vall de Laguar (la Marina Alta, Alicante), en el que desde su creación en 1909 recibieron tratamiento de lepra alrededor de 3.000 pacientes. La Federación Internacional de Asociaciones de Lucha contra la Lepra (ILEP), fundada en 1966 y del que forman parte catorce entidades de todo el mundo, está presente en sesenta países a través de un millar de proyectos de cooperación al desarrollo orientados a prevenir la lepra y otras enfermedades desatendidas vinculadas a la pobreza, tratar a las personas afectadas y mejorar sus condiciones de vida.
El encuentro, organizado por la fundación Fontilles, ha reunido durante cuatro días, alrededor de 50 representantes de las catorce entidades miembro —originarias de Alemania, Bélgica, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suiza— que han intercambiado sus experiencias en la lucha contra la lepra, compartido las buenas prácticas desarrolladas durante el último año y debatido sobre los principales retos en el tratamiento de la enfermedad.
La lepra en el mundo
La enfermedad de la lepra registró 140.594 nuevos casos en el mundo en 2021, último año del que existe información. La cifra supuso un aumento del 10% respecto a los 128.405 casos localizados en 2020 y estuvo acompañada por un incremento de las detecciones en niños y niñas y con discapacidades asociadas. El número de personas afectadas que presentaban discapacidades visibles en el momento de la detección aumentó en un 18%, al pasar de 7.198 en 2020 a 8.492 en 2021, lo que supuso el 6% de las nuevas detecciones y situó la tasa de discapacidad en 1,1 casos por millón de habitantes. A su vez, los nuevos casos detectados en niños y niñas menores de 15 años crecieron en un 4,9%, de 8.629 a 9.052, lo que implicó el 6,4% del total y supuso una tasa de 4,5 casos por millón de población infantil.
Los datos se alejan todavía del cumplimiento de las metas establecidas para 2030 por la comunidad internacional: reducción del número de nuevos casos a alrededor de 62.500; descenso de la tasa de nuevos casos con discapacidades visibles a 0,12 por millón de habitantes; y disminución de la tasa de detección de nuevos casos infantiles a 0,77 por millón de población infantil. Todo ello pese a que la enfermedad tiene cura desde hace cuatro décadas: un tratamiento facilitado gratuitamente por la OMS de dos pastillas diarias durante un año (seis meses en los casos menos graves) basta para eliminar la bacteria y, si se suministra a tiempo, sirve para impedir el desarrollo de discapacidades.
Sobre Fontilles
Fontilles trabaja por la salud y el bienestar de personas vulnerables desde su fundación en 1902. En la actualidad, la institución desarrolla su actividad desde un enfoque local y global. En lo local, mediante la atención sanitaria a personas mayores dependientes y a personas con diversidad funcional a través del Centro Geriátrico Borja, con 84 plazas, y del Centro de Diversidad Funcional Ferrís, con 51, ambos ubicados en el sanatorio San Francisco de Borja, en la Vall de Laguar. En lo global, a través de proyectos de cooperación internacional orientados a la prevención y el diagnóstico temprano de la lepra y otras enfermedades olvidadas ligadas a la pobreza, así como a la atención sanitaria a las afectadas y a la mejora de sus condiciones de vida. La entidad, que recibió en 2007 la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana, tiene en marcha 19 proyectos que beneficiarán en 2023 a alrededor de 2.853.000 personas en India, Mozambique, República Democrática del Congo, Malawi, Brasil y Bolivia.