Eunice Ngwawe: “El trabajo de las promotoras de salud sigue siendo clave en la cadena de salud en Kenia”

Las organizaciones HESED-África y Farmamundi afianzan los derechos de las mujeres en Nairobi con más asistencia, prevención y formación en tiempos de COVID-19.

El trabajo de las promotoras de salud sigue siendo clave en la cadena de la salud en Kenia.  Quince de nosotras nos encargamos de promocionar el respeto y efectividad de sus derechos sexuales y reproductivos y las relaciones e identidades de género libres de violencia. También  damos a conocer los recursos de atención y protección disponibles para las mujeres supervivientes de violencia sexual y violencia basada en género”, afirma la directora de HESED-Africa, Eunice Ngwawe, organización especializada en salud con la que trabajamos desde hace más de diez años en Kenia y de forma constante.

Para conseguir afianzar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Kenia, impulsamos, entre otras acciones, la realización de jornadas y diálogos comunitarios de formación. En total, y dentro de este proyecto, se realizaron 90 jornadas de sensibilización y 15 diálogos comunitarios, en los que participaron más de 4.000 personas, 1.510 de ellas hombres, que adquirieron conocimientos sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las relaciones libres de violencia y la difusión de los servicios de protección y asistencia ante casos de violencia basada en género.

Se ha observado además, que en el marco de la pandemia por COVID-19, está siendo necesario colaborar estrechamente con la administración local ante los crecientes casos de violencia contra la mujer.

Diálogos comunitarios para prevenir la violencia de género

La directora de Hesed cuenta que “los diálogos comunitarios son esenciales para dar a conocer el problema de la violencia contra las mujeres y poder adoptar medidas para cambiar esa situación. Los encuentros los realizamos en iglesias, mezquitas, clubes sociales o centros deportivos, en los que han llegado a participar 1.265 personas, de las cuales 367 eran hombres”.

Estos diálogos resultaron muy enriquecedores a todas las personas participantes y nos han dejado algunas conclusiones interesantes como:

  • La pobreza es una de las principales causas de violencia de género.
  • Muchos casos de violencia se dan en situaciones en que el hacinamiento es un factor que predispone a las personas a ser víctimas de agresión sexual.
  • Los y las promotoras de la salud de la comunidad son referencia para compartir cualquier problema médico o psicosocial.
  • La mayoría de las supervivientes informaron que habían recibido profilaxis posterior a la exposición dentro de las 72 horas estipuladas, así como pruebas y asesoramiento sobre el VIH/SIDA.
  • Las trabajadoras sociales y las defensoras de las cuestiones de género han colaborado con la Oficina de Violencia de Género y la Oficina de Menores del subcondado para remitir los casos para su examen y asistencia ulteriores.
  • Son esenciales las terapias de grupo con menores y mujeres. También, y si es posible,  las sesiones de terapia individual para fortalecer su capacidad de resiliencia.
  • Es prioritario que algunas mujeres y menores sean rescatadas de ese ambiente de abuso sexual, y mantener los sistemas de referenciación.
  • Es fundamental apoyar a las mujeres supervivientes a que identifiquen sus capacidades y habilidades que puedan utilizar para obtener ingresos con el fin de reducir la incidencia de la violencia de género derivada de la falta de medios de vida o económicos.
  • La participación de los funcionarios de salud de los sub condados (oficiales de campo y personal del centro de salud) es clave para llegar a la comunidad.
  • La colaboración con otras organizaciones con fines similares multiplica la efectividad con la población de interés, especialmente cuando se trabaja con personas refugiadas.
  • HESED también se coordinada con Médicos Sin Fronteras para derivar potenciales supervivientes a sus centros de ayuda, a través de una ambulancia 24 horas con la que cuentan para este tipo de situaciones.

Más denuncia y asistencia psico-social

Es necesario mantener diálogos y discusiones de grupos con toda la comunidad en general para sensibilizarlos. “Cuanto más se les habla y se les facilita información, más posibilidades hay de que cambien las dinámicas”, continúa Eunice, que destaca la necesaria participación de los hombres para reducir la violencia sexual y de género dentro de la  comunidad, así como informar de las medidas de denuncia”.

Por último, destacar que dentro de este proyecto se ha garantizado la asistencia psico-social,  el asesoramiento legal y  la mediación comunitaria y familiar a 1.033 mujeres refugiadas víctimas de violencia basada en género, con el objetivo de romper el estigma social ligado a las agresiones y promover relaciones de género equitativas y no violentas. “Un equipo multidisciplinar de HESED, brindamos cobertura de atención, mediación, counselling y acompañamiento a las mujeres refugiadas supervivientes de violencia. Realizamos 73 visitas domiciliares y sesiones mensuales de terapia grupal para apoyar su recuperación psicológica”, concluye Eunice Ngwawe.

Todas estas acciones encaminadas a afianzar los derechos de las mujeres en  Kenia, forma parte de un proyecto realizado junto a la ONG local Foundation for Health and Social Economic Development Africa (HESED – AFRICA) y la Generalitat Valenciana. La iniciativa fortalece la capacidad de resiliencia en salud de 40.000 personas de Eastleigh South (Nairobi) con mejoras en la red urbana de atención primaria de salud del condado de Kamukunji.

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