Fuente: ACPP
El aborto, que concebimos como un elemento básico del derecho a decidir y a una vida digna de las mujeres, está prohibido y penado. Sin excepción. Lo está tras la modificación del código penal en 1998, por tanto un derecho robado. Este hecho adquiere mayor fiereza cuando profundizamos. Por ejemplo, en la historia de Manuela.
Manuela, tenía 33 años, dos hijos pequeños y estaba embarazada del tercero. Carecía de estudios, tenía muy pocos recursos y era analfabeta. El 27 de febrero de 2008 fue al baño, algo extraño estaba pasando y sintió un gran dolor antes de caer desmayada. Se repuso lo suficiente para pedir ayuda y ser trasladada al hospital más cercano.
Desde que entró en el centro cayó sobre ella la duda del aborto provocado. Una doctora habló con la fiscalía. La policía se desplazó a su casa para buscar pruebas. Comprobaron que en la fosa séptica quedó el feto del que estaba embarazada. A partir de aquí, se recuperó para ingresar en la cárcel. El Estado puso en funcionamiento su maquinaria, con graves violaciones de los derechos de Manuela, hasta acabar siendo condenada a 30 años de cárcel.
No se tuvieron en cuenta los testimonios de la acusada, los registros de consulta en su centro de salud por dolores de cabeza y un bulto en el cuello. Eran los primeros síntomas de un cáncer linfático, que la acabaría matando mientras estaba en la cárcel. Una explicación más que verosímil de que el aborto no fue inducido, sino provocado por la enfermedad.
Este es un ejemplo de la denegación de derechos básicos. Por desgracia, un caso entre muchos otros donde se repiten circunstancias. Y de esto se ocupa el documental En Deuda con Todas. De analizar como a doce años del encarcelamiento de Manuela, aun son muchas las mujeres que padecen los mismos problemas, son muchas las encarceladas injustamente.
Hemos entrado en la cárcel para conocer sus historias, hemos hablado con sus abogadas, con mujeres que ya han salido y rehacen sus vidas, con feministas que luchan por combatir esta injusticia, con movimientos sociales que desde diversas expresiones contribuyen a poner en la agenda la despenalización del aborto, con tomadoras de decisión. Lo hacemos para analizar todas las aristas del problema.
Pero la vulneración de estos derechos trasciende de expresión extrema de las mujeres encarceladas. También reflexionamos sobre el embarazo adolescente, el drama de las niñas y adolescentes que sufren violencia y violaciones, la indefensión a la que se ven sometidas y los límites a su desarrollo humano pleno que supone la legislación.
El documental es un esfuerzo consorciado entre ACPP, la Asociación Galega de Comunicación para o Cambio Social (AGARESO), el movimiento feminista salvadoreño y gracias a la financiación de la Xunta de Galicia. Tras su presentación en San Salvador el pasado mes de noviembre –y del que os informamos en otro número de este boletín– su presentación en el Estado español se ha realizado en las salas Numax, de Santiago de Compostela, con lleno total.
En este enlace podéis acceder al documental:
https://www.youtube.com/watch?v=ywwkcwoGerU&t=2s