Elecciones en el País Valenciá: los partidos se examinan sobre cooperación internacional

ACPP entrevista a los candidatos y candidatas que se presentan a las elecciones locales y autonomicas en el País Valencià

Fuente: ACPP

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Trini Blanch Marín. Delegada de Asamblea de Cooperación por la Paz- País Valencià. Mayo 2015. Las elecciones del próximo 24 de Mayo están generando la mayor expectación social desde el inicio de la democracia en la Comunidad Valenciana. Razones de peso hay, ya que si se cumplen las previsiones puede suponer el fin de más de 20 años de hegemonía del Partido Popular en nuestra comunidad y generar una nueva estructura parlamentaria con numerosas formaciones políticas de gran peso en la toma de decisiones.

La sociedad valenciana es solidaria y el tejido social ligado al apoyo de los movimientos internacionalistas y de cooperación está muy arraigado, de ahí la importancia que le otorga ACPP-PV en estos momentos a dar voz a las diferentes formaciones políticas en materia de cooperación al desarrollo que previsiblemente van a representar al pueblo valenciano en el hemiciclo de les Corts Valencianes y en el Ayuntamiento de Valencia, difundiendo las entrevistas realizadas y realizando un somero análisis sobre algunas claves autonómicas de sus propuestas.

ACPP-PV ha intentado contactar por diferentes vías con Acord Ciutadà, Cuidadanos, Compromis, Podemos, Partido Popular y PSPV-PSOE y a nivel municipal además con Valencia en Comú (Guanyem Valencia) con el fin de que respondieran a algunas preguntas. Con la buena acogida y disposición de la gran mayoría de los candidatos a la presidencia de la Generalitat de la izquierda del País Valencia (Antonio Montiel –Podemos-, Ignacio Blanco –Acord Ciutadà-, Monica Oltra –Compromís-, Ximo Puig –PSPV-) y a la alcaldía de Valencia (Amadeu Sanchís –Acord Ciutadà-, Joan Calabuig –PSPV- y Joan Ribó –Compromís-) dedicando un tiempo a ACPP-PV, se evidencia y se manifiesta su preocupación y compromiso con las políticas públicas de cooperación al desarrollo. Sentimos no haber podido recopilar la postura de la totalidad de las formaciones por no haber sabido encontrar una persona de interlocución válida, pese a nuestros intentos cibernéticos y telefónicos (como es el caso de Ciudadanos, Partido Popular y Valencia en Comú) que se comprometiera a responder nuestra solicitud. Nos hubiera gustado tener un análisis global de todas las formaciones, pero en estos casos, tendremos que analizar sólo a partir de lo reflejado en sus programas electorales o de su discurso en espacios de debate sobre políticas de cooperación en los que han participado.

Hay que destacar inicialmente, que todas las fuerzas políticas son unánimes en cuanto a la necesidad de poner en valor la Cooperación al Desarrollo como “política social pública” y aumentar el presupuesto destinado a este sector de forma progresiva que actualmente se sitúa en el 0,019 por ciento del presupuesto, con un recorte de un 95 por ciento en los últimos 5 años

Ignacio Blanco –Acord Ciutadà- , Monica Oltra –Compromís-y Ximo Puig -PSPV-PSOE- dentro de sus programas electorales se comprometen a alcanzar el 0,7 por ciento del presupuesto para cooperación al final de la legislatura; comenzando por un 0’15 para el 2016 en el caso de Acord Ciutadà y Compromís y un 0’2 el PSPV. Antonio Montiel –Podemos- también se compromete a destinar un 0’15 en el 2016 y finalizar la legislatura con un mínimo del 0,4 por ciento. Ciudadanos y PP, sin embargo, dentro de sus programas, no introducen ninguna alusión al respecto, aunque en espacios públicos hablan de ir aumentando los fondos sin concretar calendario ni cifras.

Han sido años muy duros, de ataques constantes a las entidades que criticaran abiertamente el modelo que desarrollaba la Generalitat Valenciana, de recortes sin precedentes, en los que la corrupción en la administración de las políticas de cooperación se ha convertido, por desgracia, en una de las señas de identidad de la cooperación valenciana, un claro intento por desmantelar la cooperación al desarrollo en nuestra comunidad, pero también han sido tiempos para la lucha, para el análisis de las causas que ha generado esta situación, tiempos para el diálogo y la alianza con los partidos en defensa de la cooperación, donde la pedagogía ha dado pequeños frutos y donde los partidos políticos por la actualidad mediática, se han visto forzados a reflexionar y plantear propuestas en sus programas electorales en materia de cooperación más allá de los basados en compromisos presupuestarios.

Acord Ciutadà, Compromís, Podemos y PSPV apuestan por fortalecer la sociedad civil valenciana y fortalecer espacios reales de coordinación, participación y diseño de dichas políticas y poniendo énfasis en la puesta en marcha de medidas a favor de la transparencia y la rendición de cuentas a la sociedad valencia. En ese sentido Acord Ciutadà y PSPV proponen además visibilizar al máximo la cooperación al desarrollo y recuperar la dignidad del sector generando espacios de difusión a través de los medios de comunicación públicos y articulando mecanismos de evaluación y de fiscalización en el seno de las Cortes Valencianas. Mientras tanto Podemos, pone en valor a la CVONGD y plantea que la pertenencia a esta red podría ser una garantía adicional de confianza con una ONGD y remarca la necesidad de disponer de un funcionariado formado en materia de cooperación. Además al igual que Acord Ciutadà y PSPV propone medidas de adaptación de la ley de subvenciones a la casuística de la cooperación.

Son tiempos de alianzas entre la izquierda y eso se aprecia en la mayoría de programas y entrevistas, Acord Ciutadà plantea un acuerdo político amplio de todas las fuerzas de izquierda con fuerte respaldo social, que pueda sentar las bases de una política valenciana de solidaridad internacional, el PSPV propone un pacto global en materia de cooperación entre el Gobierno Valenciano y los agentes de la cooperación, Podemos habla de la elaboración de planes Directores de manera conjunta y Compromís de codecisión y participación.

Asamblea de Cooperación por la Paz-País Valencià y la sociedad civil valenciana, va a monitorear y supervisar al detalle cada uno de los pasos que se den en materia de cooperación, asesorando, presionando, dialogando, denunciando, porque hay que recuperar la dignidad de la cooperación valenciana y el desarrollo de las políticas sociales, es competencia y responsabilidad de todos.

Elecciones en el País valenciá: los partidos se examinan sobre cooperación internacional

MONICA OLTRA
COMPROMÍS
CANDIDATA A PRESIDENTA DE LA GENERALITAT VALENCIANA

PV - Monica Oltra

Tras un periodo en que los poderes públicos han optado largamente por un modelo neoliberal de respuesta a la situación económica, arrasando con las políticas sociales en aras de la reducción del déficit público y con la eficacia como mantra. ¿Plantea su partido un modelo distinto de salida de la crisis? ¿Qué papel juega la cooperación en ese modelo? ¿Qué prioridad le otorgará usted en su gobierno?

De una situación económica compleja sólo se sale dignamente a través de la potenciación de las políticas públicas, o lo que es lo mismo, entre todos y todas. Evidentemente si el dinero público se destina a satisfacer los intereses de la banca y no a generar políticas sociales que creen empleo, resuelvan situaciones difíciles y potencien la igualdad, mejorando el ciclo económico, la salida de la crisis se salda con pobreza y desigualdad, que es lo que ha ocurrido en nuestro país.
La cooperación ha de formar parte como eje fundamental de cualquier gobierno que entienda la dignidad, la solidaridad y la igualdad como principios fundamentales que han de regir las decisiones públicas.
Compromís entiende la cooperación como un instrumento más del bienestar ciudadano, una obligación pública necesaria a la que se le otorgará total prioridad con el fin de recuperar el tiempo perdido.

¿Es ineficaz que un municipio, una diputación o una comunidad autónoma haga cooperación?

La eficacia de la cooperación no depende tanto de la administración que participa como de la garantía de que los proyectos se desarrollen con eficacia y las administraciones presten los apoyos necesarios para ello.

¿Detrae la cooperación recursos que son para los aquí? ¿Puede gobernarse un territorio sin entender que el bienestar de su gente está conectado con lo que pasa en otros territorios, dentro y fuera de nuestro país? ¿Cuál será la agenda de su gobierno a la hora de contribuir a la gobernanza global?

Vivimos en la aldea global, y que haya personas que se abstraen de lo que pasa en otras partes del mundo es algo entendible, pero que lo hagan los gobiernos es irracional. La responsabilidad que se asume desde el gobierno obliga a una preocupación mayor, a comprender que no vivimos aislados y que todo lo que pase en el mundo nos afecta como parte del mismo. Fomentar esa sensibilidad social es también obligación de cualquier gobernante.

El objetivo del 0’7%, aunque simbólicamente importante, ha sido asumido por la práctica totalidad de los partidos políticos. También el PP dice estar comprometido con el 0’7, sin embargo en la mayoría de lugares donde gobierna, la AOD ha sido completamente eliminada. En ACPP creemos que es mucho más relevante comprometerse políticamente a dar pasos significativos y concretos en la dirección del 0’7 durante el periodo en que un partido asuma la responsabilidad de gobierno. ¿Cuál será el porcentaje que su gobierno destinará a cooperación en 2016? ¿Y en 2017? ¿Cuál será la progresión realizable a lo largo de los cuatro años de legislatura?

Compromís comparte el objetivo del 0’7% y junto a las entidades que conforman la ACPP trabajaremos cada día y cada año presupuestario para alcanzar ese objetivo.

De acuerdo con el más reciente Eurobarómetro, un 85% de los españoles cree que ayudar a los países empobrecidos contribuye a un mundomás pacífico y equitativo y casi el doble de la media europea piensa que se deberían aumentar las ayudas a estos países aún en tiempos de crisis. Sin embargo, el drástico recorte de la política de cooperación en nuestro país ha tenido un efecto demoledor en la capacidad de organización y respuesta de las ONGD, y por lo tanto en su capacidad para luchar contra la pobreza y la desigualdad. ¿Cuál es su modelo de gestión en lo tocante a la participación de la sociedad civil en los procesos de diseño, implementación, seguimiento y evaluación de la política de cooperación?

Las administraciones públicas han de ser el apoyo y vehículos de financiación y control de los programas de cooperación, en cuyo diseño e implementación los protagonistas han de ser las ONGD. Quien se traslada al terreno, conoce las necesidades, conoce el ámbito donde se desarrollan las políticas de cooperación, ha de ser quien determine el diseño e implementación de los proyectos.

En este país, tratar de corresponsabilizarse desde lo social de cualquier ámbito de la política pública se ha convertido en una labor no apta para cardíacos. El impago de las ayudas, la creciente burocratización de los procedimientos, lejos de mejorar la transparencia lastran enormemente la labor de las entidades. La connotación negativa que la sociedad asigna a cualquier actividad subvencionada desde lo público, y la posibilidad de que un procedimiento ordinario de revisión de una ayuda pueda ser sea narrado como un caso de corrupción hace de la labor de las entidades sociales un acto de heroicidad. ¿Qué piensan hacer para mejorar la transparencia y facilitar al mismo tiempo que las entidades sociales puedan ayudarles en el desarrollo de las políticas de las que ustedes serán responsables?

La opacidad es un instrumento más al servicio de la corrupción. La transparencia ha de ser total y no sólo para este ámbito, para absolutamente todo lo que tenga que ver con políticas públicas. Sin transparencia no hay codecisión y participación, al desconocerse la información necesaria, por ello para Compromís la única manera posible de cogobernar y codecidir es bajo la total transparencia, creando para ello los mecanismos necesarios para ofrecer toda la información de manera clara, concisa, accesible y reutilizable.

¿Cree que la política de cooperación debe tener conexiones con la política migratoria? ¿Y con la comercial? ¿Deberían las administraciones públicas tener en cuenta la vulneración de los derechos humanos a la hora de pactar o hacer negocio con otros Estados?

La vulneración de los derechos humanos es el origen de la falta de desarrollo. La cooperación no debería ir dirigida a cambiar costumbres o simplemente a cubrir necesidades básicas, pero sí a alcanzar el respeto hacia los derechos humanos como valores imprescindibles para conseguir la dignidad humana. Es por ello que Compromís comparte el enfoque basado en derechos humanos (EBDH) aplicado a la política de cooperación. Es fundamental empoderar a los ciudadanos para que sean protagonistas del proceso de conquista de sus derechos, al mismo tiempo que conscientes de sus obligaciones y responsabilidades.
La cooperación es una herramienta útil para que la gente no tenga necesidad de emigrar al luchar contra la pobreza y desigualdad y es, por tanto, donde deben destinarse más recursos. En consecuencia, la política migratoria no debe condicionar la cooperación, alterando sus fines.
La política comercial no puede dar la espalda al interés público ni a los derechos humanos. El comercio internacional debiera servir como apoyo a la defensa de los derechos humanos, y no tanto una amenaza (como ocurre en la actualidad). Para ello todo acuerdo comercial debe incorporar exigencias al respecto, para cuya definición debieran participar las ONG, además de partir de la necesidad de elaborar cualquier acuerdo con exigencia de absoluta transparencia y participación social. Resulta necesario para valorar su contenido conocer los efectos del acuerdo en el país con el que se comercia.


IGNACIO BLANCO

COALICIÓN ACORD CIUTADÀ
CANDIDATO A PRESIDENTE DE LA GENERALITAT VALENCIANA

Acord Ciutadà: Esquerra Unida PV-Els Verds/Esquerra Republicana PV/Alternativa Socialista

PV - Ignacio Blanco

Tras un periodo en que los poderes públicos han optado largamente por un modelo neoliberal de respuesta a la situación económica, arrasando con las políticas sociales en aras de la reducción del déficit público y con la eficacia como mantra. ¿Plantea su partido un modelo distinto de salida de la crisis? ¿Qué papel juega la cooperación en ese modelo? ¿Qué prioridad le otorgará usted en su gobierno?

Efectivamente el “modelo” aplicado ha aumentado la desigualdad. Los valores de Esquerra Unida son los valores de la izquierda, por tanto, apostamos por un País Valencià democrático, feminista y ecosocialista, que no podrá construirse mientras el conjunto de los pueblos del mundo no puedan ejercer en libertad su derecho a una vida digna.
Nuestro principal compromiso en materia de cooperación es la coherencia de políticas, y nuestra principal apuesta, un acuerdo político amplio de todas las fuerzas de izquierda con fuerte respaldo social, que pueda sentar las bases de una política valenciana de solidaridad internacional.

Para eso, hay que fortalecer la relevancia política de los órganos directivos y gestores de la cooperación y el resto de consellerias deben asumir objetivos solidarios. También hay que alcanzar un consenso mínimo de estabilidad de obligado cumplimiento para todos los partidos. Y por supuesto, hay que favorecer que la ciudadanía se organice, se movilice, participe y pueda ejercer su función de control de manera efectiva.

¿Es ineficaz que un municipio, una diputación o una comunidad autónoma haga cooperación?

Creo que el discurso de la descoordinación y la ineficacia de la cooperación descentralizada es demagógico e interesado. De hecho, esta modalidad forma parte de la tradición internacionalista más genuina de nuestro país, posibilita formas de educación y concienciación más ricas y mejor enraizadas en el territorio y realmente se integra en estrategias más amplias de intervención.
Esto no quita la necesidad de evaluar y repensar nuestras prácticas y de seguir mejorando la coordinación y la homologación de procedimientos. Aunque la prioridad actual es oponerse a una reforma de la administración local que prácticamente la ilegaliza.

¿Detrae la cooperación recursos que son para los aquí? ¿Puede gobernarse un territorio sin entender que el bienestar de su gente está conectado con lo que pasa en otros territorios, dentro y fuera de nuestro país? ¿Cuál será la agenda de su gobierno a la hora de contribuir a la gobernanza global?

El enfrentamiento entre pobrezas ha sido una de las mayores irresponsabilidades políticas cometidas durante la crisis. No sólo es falso, sino sobre todo es inaceptable por inmoral. Vivimos en un mundo global, interconectado y tremendamente complejo. Por eso es importante hacer pedagogía, para que cada una de nosotras sepamos y podamos hacer del presente una oportunidad para la transformación social.
Aunque nuestras competencias y capacidades de actuación internacional son limitadas, está en nuestras manos proyectar otra imagen del País Valencià que no esté ligada a la corrupción sino a la defensa de los derechos humanos, y para ello incrementaremos la actividad de Les Corts en esta materia, nos incorporaremos activamente a los espacios internacionales infra estatales y apoyaremos la realización de intercambios y la articulación de redes entre organizaciones sociales del Sur y del Norte.

El objetivo del 0’7%, aunque simbólicamente importante, ha sido asumido por la práctica totalidad de los partidos políticos. También el PP dice estar comprometido con el 0’7, sin embargo en la mayoría de lugares donde gobierna, la AOD ha sido completamente eliminada. En ACPP creemos que es mucho más relevante comprometerse políticamente a dar pasos significativos y concretos en la dirección del 0’7 durante el periodo en que un partido asuma la responsabilidad de gobierno. ¿Cuál será el porcentaje que su gobierno destinará a cooperación en 2016? ¿Y en 2017? ¿Cuál será la progresión realizable a lo largo de los cuatro años de legislatura?

El 0,7% del presupuesto para cooperación internacional es para nosotras una meta irrenunciable. Por eso, debemos hacer una reforma fiscal progresiva para que paguen más los que más tienen. Esto, junto con la exigencia de un nuevo sistema de financiación, nos permitirá alcanzar objetivos que hoy parecen inasumibles.
En nuestro programa proponemos acordar, dentro de los primeros cien días de gobierno, un escenario claro, preciso y creciente para el resto de la legislatura, asegurando para el 2016 un mínimo del 0,2% del Presupuesto Total Consolidado de la Generalitat. Un 20% del mismo se destinará a acciones de educación para el desarrollo, comunicación social e investigación.
Se trata de una meta modesta, pero realista, a la que honestamente nos podemos comprometer.

De acuerdo con el más reciente Eurobarómetro, un 85% de los españoles cree que ayudar a los países empobrecidos contribuye a un mundo más pacífico y equitativo y casi el doble de la media europea piensa que se deberían aumentar las ayudas a estos países aún en tiempos de crisis. Sin embargo, el drástico recorte de la política de cooperación en nuestro país ha tenido un efecto demoledor en la capacidad de organización y respuesta de las ONGD, y por lo tanto en su capacidad para luchar contra la pobreza y la desigualdad. ¿Cuál es su modelo de gestión en lo tocante a la participación de la sociedad civil en los procesos de diseño, implementación, seguimiento y evaluación de la política de cooperación?

La participación es un músculo que hay que entrenar. Hoy continúa dominando la cultura de la delegación y es evidente que tampoco contamos con una cultura de evaluación y transparencia. Hace falta mucha pedagogía: necesitamos más y mejor participación y debemos lograr un acuerdo político sobre el que sustentar planes de acción e instrumentos prácticos que permitan obtener resultados y aprender de la experiencia.

El programa de Esquerra Unida incluye tanto la revitalización de los consejos interinstitucionales ya existentes, como la puesta en marcha de planes específicos de evaluación y de fortalecimiento de los movimientos sociales de solidaridad internacional, ya que una sociedad civil fuerte y organizada es la mejor garantía de la democracia participativa que propugnamos.

En este país, tratar de corresponsabilizarse desde lo social de cualquier ámbito de la política pública se ha convertido en una labor no apta para cardíacos. El impago de las ayudas, la creciente burocratización de los procedimientos, lejos de mejorar la transparencia lastran enormemente la labor de las entidades. La connotación negativa que la sociedad asigna a cualquier actividad subvencionada desde lo público, y la posibilidad de que un procedimiento ordinario de revisión de una ayuda pueda ser sea narrado como un caso de corrupción hace de la labor de las entidades sociales un acto de heroicidad. ¿Qué piensan hacer para mejorar la transparencia y facilitar al mismo tiempo que las entidades sociales puedan ayudarles en el desarrollo de las políticas de las que ustedes serán responsables?

La transparencia es uno de los principios básicos en la relación entre las organizaciones sociales y las instituciones. Sin embargo, hemos de repensarla en el marco de nuevas formas de interacción y colaboración que trascienda la gestión de subvenciones y se desmarque de cualquier forma de privatización encubierta de lo público. El resto es avanzar en términos de capacidad efectiva de la ciudadanía para participar en la definición de las políticas y garantizar su cumplimiento.
Por otra parte, es cierto que la ley general de subvenciones no atendió suficientemente los rasgos específicos de las acciones de cooperación, lo que en muchos casos sitúa a las ONGD frente a problemas de gestión prácticamente irresolubles. Este es el marco del que partimos para enfocar mejor la cuestión.

¿Cree que la política de cooperación debe tener conexiones con la política migratoria? ¿Y con la comercial? ¿Deberían las administraciones públicas tener en cuenta la vulneración de los derechos humanos a la hora de pactar o hacer negocio con otros Estados?

Totalmente. Como he dicho antes, la coherencia de políticas será el centro de nuestra acción de gobierno. Ello significa que los derechos humanos y la sostenibilidad guiarán todas nuestras intervenciones.
Somos conscientes de que durante la legislatura se plantearán numerosos conflictos de intereses entre dichos principios y el resto de exigencias y prioridades que condicionarán nuestra actuación. Pero en esos casos nos comprometemos a informar con transparencia y llegado el caso, a consultar a la ciudadanía antes de tomar cualquier decisión contraria a los mismos.


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