La solidaridad valenciana está contribuyendo a promover una vida saludable y libre de violencia de género en Kasarani, uno de los distritos más poblados de Nairobi. Lo hace a través del proyecto Afya Zaidi (“más salud” en swahili) de la ONG Farmamundi y su socia HESED África, que la Generalitat Valenciana apoya a través de la convocatoria de Acción Humanitaria.
Kasarani es uno de los subcondados más poblados de Nairobi, la capital de Kenia, que acoge a un gran número de población refugiada procedente de República Democrática del Congo. La situación de estas personas refugiadas es muy precaria, ya que se enfrentan a múltiples barreras para acceder a los servicios básicos, y sufren discriminación por parte de la población local, que también vive en condiciones de pobreza y exclusión.
Sólo un 1% de servicios públicos de salud
En la región donde actúa Farmamundi junto a Hesed sólo el 1% de los servicios de salud son públicos. Algo muy preocupante, dado el contexto de crisis humanitaria crónica y los brotes de enfermedades epidémicas que afectan a la zona, como el cólera, el dengue o la malaria.
Afya Zaidi aborda las crisis de salud en tres ejes: la atención, la prevención y la gestión del conocimiento, y actúa en tres centros de salud públicos: Maji Mazuri, Mwiki y el Kasarani Health Centre. Estos centros se han dotado de materiales e insumos necesarios para dar una respuesta efectiva ante las situaciones de vulneración del derecho a la salud, como medicamentos esenciales y tanques de agua.
Dentro del centro de salud de Kasarani se ha construido un Centro Joven, que ya está funcionando y ofrece servicios de salud sexual y reproductiva, protección a mujeres supervivientes de violencia sexual y atención psicológica.
Nancy Shihemi, asistente de salud comunitaria, cuenta cómo está cambiando la situación gracias a las sesiones de sensibilización que se han realizado con más de 10.000 jóvenes. «Han aumentado el uso de los servicios de detección y prevención del SIDA, los de planificación familiar y también el uso de los servicios de salud mental. Muchas personas no saben que cuando se sufre una agresión sexual, se debe acudir a un centro de salud. Por eso estamos creando conciencia».
También se ha formado a personal médico público en materia de salud sexual y reproductiva o salud materno infantil, y se han establecido mecanismos de derivación para servicios de protección de las víctimas de violencia sexual, como atención jurídica.
Prevención de enfermedades y respuesta temprana
A Mandela Emable, refugiado en Kasarani, el proyecto le ha ayudado a proteger su salud y su bienestar, aprendiendo sobre sexo seguro, violencia de género y también sobre la prevención de enfermedades. «Solíamos beber agua sin tratar. Pero ahora tenemos pastillas para potabilizarla. Esto nos está ayudando mucho a evitar las enfermedades», cuenta Mandela.
Para fortalecer la respuesta temprana ante emergencias de salud se han instalado cinco paneles de monitoreo de indicadores sanitarios, y se ha formado a personal en análisis y recolección de datos, que está en constante coordinación con las administraciones responsables. Se espera que este monitoreo empiece a mostrar resultados en breve, ayudando a controlar los brotes de cólera que aumentan durante la temporada de lluvias que comienza este mes.
La cooperación valenciana como ejemplo
Afya Zaidi es sólo uno de los numerosos ejemplos de cómo la cooperación valenciana está generando impactos positivos en la garantía de los derechos humanos, como es el derecho a la salud. En un contexto en el que algunas comunidades y municipios están recortando las políticas públicas de cooperación es momento de destacar el papel transformador de la cooperación descentralizada, una expresión de la solidaridad entre pueblos que debe ser motivo de orgullo para la ciudadanía.