EL G5 SAHEL ANTE EL RETO DE GARANTIZAR LA ASISTENCIA HUMANITARIA EN LA REGIÓN

Bruselas: Conferencia de alto nivel G5 Sahel

Fuente: Acción contra el hambre

De cara a la cita de ministros de defensa del G5 Sahel y líderes de estados donantes hoy viernes 23 de febrero en Bruselas, Acción contra el Hambre anima a los estados participantes a promover y respetar el principio de distinción y mandatos humanitario y militar ante la operacionalización de la fuerza militar conjunta. La asistencia humanitaria por parte de actores armados o las restricciones de movimientos y vehículos en zonas de presencia militar podrían comprometer la seguridad nutricional en una región con 10 millones de personas amenazadas por el hambre.

Madrid, 23 de febrero de 2018.

Ante la reunión que tendrá lugar hoy en Bruselas entre los ministros de defensa del G5 Sahel y líderes de los estados donantes, a la que asistirá el presidente Rajoy, Acción contra el Hambre pide a los países miembros tener en cuenta las necesidades humanitarias de la población y que su respaldo a la Fuerza Conjunta militar (FC-G5S) no comprometa la asistencia humanitaria y se lleve a cabo de una manera diferenciada pero complementaria, respetando el principio de distinción entre actores humanitarios y armados.

El G5 es una iniciativa creada en 2017 por Burkina Faso, Malí, Mauritania, Níger y Chad para ofrecer una respuesta política, militar y humanitaria al terrorismo emergente en la región y apoyada por Naciones Unidas, la Unión Africana y la Unión Europea. En los cinco países que componen el G5 Sahel, más de diez millones de personas padecen hambre y necesitan asistencia humanitaria.

Confusión militar/humanitario

«La operacionalización de esta Fuerza Conjunta cuyo mandato incluye facilitar las intervenciones humanitarias, contribuir a las actividades de desarrollo en el Sahel, así como participar en el retorno de refugiados y desplazados, debería llevarse a cabo de forma que no suponga un riesgo para las comunidades», asegura Menna Abraha, responsable de incidencia política de Acción contra el Hambre. «Los actores humanitarios han observado casos en los que personal armado llevaba a cabo acciones supuestamente humanitarias (asistencia directa por parte de militares a poblaciones a través de distribuciones de víveres o de kits médicos, por ejemplo). Estas iniciativas pueden poner en peligro a las poblaciones beneficiarias y a los trabajadores humanitarios al asociarlos con una parte del conflicto», explica Abraha.

«Mientras que la ayuda humanitaria se rige los principios de humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad, no es el caso de la acción de fuerzas militares, partes activas en el conflicto, cuyo objetivo es la seguridad. De hecho, las intervenciones humanitarias llevadas a cabo por una fuerza armada no pueden ejecutarse de forma neutra, independiente e imparcial, o en cualquier caso no serán nunca así percibidas», puntualiza Lucía Prieto, responsable geográfica para Malí y Níger en Acción contra el Hambre.

Precisamente la obligación de distinguir entre lo humanitario y lo militar está remarcada en el Consenso europeo sobre ayuda humanitaria, firmado por los Estados Miembros de la Unión Europea, que auspician esta cita.

Restricciones con efectos humanitarios

Adicionalmente, la puesta en marcha operativa de esta fuerza conjunta y las restricciones de movimientos y de uso de ciertos tipos de vehículos como motocicletas podrían reducir el acceso del personal humanitario a la población o el propio funcionamiento de los servicios básicos locales.

Además, como se remarca en la resolución 2391 de Naciones Unidas, esta intervención militar debería siempre ir acompañada de la aplicación rápida y efectiva de estrategias regionales de, entre otras, desarrollo y cuestiones humanitarias, y desarrollarse en el marco del pleno respeto al Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos. «Sobre el terreno hemos podido constar el avance de los aspectos militares del mandato, pero no de los aspectos relacionados con las necesidades de la población civil», declara Lucas Honauer, director país de Acción contra el Hambre en Níger.

Ante la reunión que se desarrollará hoy Acción contra el Hambre propone a los Estados Miembros:

  • Velar por que se dé clara prioridad a la protección de civiles en el marco de las estrategias, recursos e instrumentos asociados al G5 Sahel, y especialmente a la Fuerza Conjunta.
  • Promover y respetar el principio de distinción de mandatos humanitario y militar
  • Crear/reforzar un diálogo civil-militar efectivo entre el conjunto de las fuerzas presentes respetando el mandato y objetivos propios de cada uno.
  • Alinearse sobre los principios de la ayuda al desarrollo y sobre las prioridades de desarrollo fijadas por los estados afectados, e implementar los recursos y mecanismos necesarios para cubrir los servicios básicos.

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