El 31 de marzo ha finalizado en República Dominicana el proyecto de producción de cacao orgánico en comunidades de montaña que CERAI y la ONG dominicana FUNDELOSA han desarrolladocon fondos de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.
En este proyecto se buscaba reactivar el desarrollo de las comunidades cacaoteras que estaban abandonado sus producciones ante los bajos precios del cacao de las últimas 3 décadas. Para ello, se convirtieron 58 fincas en productoras de cacao orgánico certificado, logrando el acceso a nuevos mercados.
Actualmente, sólo el 1% del cacao mundial es orgánico, siendo República Dominicana el principal productor, con un 60%; lo que genera al país 110 millones USD/año (más de 96 millones de €).
Para llevar a cabo la conversión hubo que hacer intensos trabajos en la densidad de las plantaciones, en la sustitución de plantas viejas o de mala calidad, en el control de sombras, poda, abonado, etc.Se hizo con los propios productores, que se convirtieron así en especialistasde todas estas técnicas.
En cada hectárea se combinaron 1.120 plantas de cacao (80%) con 288 árboles frutales y de sombra (20%). Con esta combinación se mejoró la producción de cacao y los ingresos familiares con la venta de la fruta, principalmente aguacate.
La productividad del cacao creció en 207 kg/ha (de 339 kg a 546 kg), si bien llegará a 833 kg durante el 2017. Con ello, cada productor aumentó 520 euros sus ingresos por hectárea.
Además, se organizó la venta en común a través de la Asociación de productores de cacao orgánico del Norte (ASOPROCON) y se lograron mejores precios de venta gracias a que el cacao es orgánico y a que se vende en lotes grandes. Este sistema de comercialización aportó 309 euros extra por hectárea al productor. Con todo ello,cada hectárea pasó a duplicar los ingresos familiares(63% por la mejora en la producción y 37% por la mejora en la comercialización).
De esta manera,se ha logrado que las plantaciones de cacao orgánico devuelvan la ilusión a estas comunidades en retroceso. Las asociaciones locales han reactivado sus planes de futuro y de desarrollo, como se ha percibido en los talleres de cooperativismo y desarrollo comunitario.
Una parte importante del proyecto ha sido lapuesta en funcionamiento de 4 centros de salud comunitariosen coordinación con el Hospital municipal y 2 ONGs locales especializadas en salud, además de la propia ONG local del proyecto, FUNDELOSA.
Estos centros complementan el servicio público de salud, que no llega a las comunidades de menos de 450 familias. De esta manera, el proyecto ha servido también para dar atención sanitaria a un total de 573 familias (2.865 beneficiarios) en las comunidades de Río Grande abajo (350 familias), Pescado Bobo (60 familias), Agua Larga (90 familias) y El Hervidor (73 familias).
Los productores de cacao han valorado muy positivamente el fortalecimiento de las organizaciones locales y los centros de salud, tanto como la mejora de las producciones, “porque para desarrollarse hace falta ambas cosas”. Pero además, han valorado como “sobresaliente” la preparación que el proyecto les ha dado para seguir mejorando.
Otra de las repercusiones del proyecto ha sido su influencia sobre elPlan Nacional de Acción para el Desarrollo Sostenible del Cacao, en cuya redacción han participado organismos estatales, organizaciones de productores y ONGs del sector, entre ellos, el coordinador de nuestra contraparte, FUNDELOSA. El Plan de acción es plenamente coherente con las actuaciones del proyecto, el cual ha sido tomado como experiencia de referencia para la conversión de fincas convencionales a ecológicas en el resto del país.
Difusión de las actividades en Guadalajara
Durante los meses de marzo y abril de 2016 se han realizado actividades de sensibilización sobre los resultados de este proyecto en Guadalajara. El 29 de marzo se inauguró una exposición fotográfica en el espacio Rincón Lento (C/ Marqués de Santillana, 13, Guadalajara), en la que se ofrecía un recorrido visual sobre los antecedentes, las acciones que se han implementado y los resultados del proyecto de cooperación que inició CERAI en República Dominicana en 2014. Además, se llevó a cabo una charla de difusión de la experiencia, con la participación de Almudena Barrio, responsable de América Sur y Caribe en CERAI, y Elsa Wert, especialista en Género en Desarrollo, quien trató sobre el papel de la mujer en los procesos participativos y la agriculturafamiliar. Las actividades de difusión han continuado hasta finales de abril.