Uganda alberga actualmente al mayor número de refugiados en la historia del país, 1.528.057 personas, recibiendo en los últimos años un aumento constante del flujo de refugiados procedentes de la República Democrática del Congo donde se vive una de las situaciones humanitarias más complejas y desafiantes del mundo con múltiples conflictos que afectan a varias partes de su vasto territorio. La persistencia del conflicto en República Democrática del Congo y recurrentes brotes de violencia armada ha obligado a gran parte de la población a huir de sus hogares en búsqueda de refugio en otros países cercanos.
“En este contexto de crisis humanitaria prolongada y con la colaboración de la Generalitat Valenciana, hemos fortalecido el acceso al derecho a la salud de la población refugiada congolesa en el campo de refugiados de Kyaka II, situado en el distrito ugandés de Kyegegwa”, explica la responsable de Acción Humanitaria de Farmamundi, Tania Montesinos.
Desde Farmamundi hemos puesto el foco de nuestro trabajo en los servicios de atención primaria con especial énfasis en salud materno-infantil y salud sexual reproductiva, reforzando la capacidad operativa de los centros de salud, asegurando el reabastecimiento de recursos médicos y capacitando al personal, todo ello siempre desde la base del respeto a los DDHH, la pertinencia cultural y de género. “Hemos llegado con nuestras acciones de manera directa a 39.670 personas, entre ellas 19.535 mujeres y 9.575 menores de edad, así como a 44.718 personas de manera indirecta”, prosigue Montesinos.
Reducción de la malaria
La malaria se configura como la primera causa de morbi-mortalidad en la zona. La salud de la población se ha visto gravemente afectada por la proliferación de vectores transmisores tanto en su país de origen como el asentamiento de Kyaka II. “Se han adquirido y distribuido un total de 1.724 redes mosquiteras impregnadas con insecticida, especialmente para las familias en situación de mayor riesgo y con mayor presencia de mujeres embarazadas y menores”, señala Tania Montesinos.
La incidencia de malaria se ha reducido un 5% entre menores y 16% entre población adulta gracias al reparto de 1.724 redes mosquiteras impregnadas con insecticida, según los registros de casos en los centros de salud.
Brigadas médicas móviles para la prevención de enfermedades
Se han puesto en marcha brigadas médicas móviles para prevenir la propagación de brotes de enfermedades infectocontagiosas como la COVID-19 garantizando el acceso a información y a las herramientas adecuadas. El proyecto ha tenido una repercusión directa en el descenso de las tasas de mortalidad y morbilidad de la población menor de cinco años y de mujeres embarazadas, a través de la entrega de medicamentos (principalmente antimaláricos), los equipamientos médicos y el reparto de mosquiteras impregnadas de insecticida.
Priorizar la formación a mujeres
Además, se han realizado talleres de promoción de la salud menstrual garantizando el acceso a la información, la higiene y las herramientas para la fabricación de artículos de higiene reutilizables. También se ha avanzado en la protección de las mujeres supervivientes de violencia de género sensibilizando a la población y proporcionando una respuesta especializada a sus necesidades con la formación de líderes y lideresas comunitarias, promotoras de salud y miembros de Comités de Paz y Resolución de Conflictos, que tienen un papel importante en la identificación y prevención de estos casos de violencia.
Algunos logros:
- Formación a 20 profesionales sanitarios, 10 de ellas mujeres, sobre atención sanitaria específica a la población refugiada, con énfasis en salud materno-infantil, prevención de enfermedades infecto-contagiosas y atención en salud sexual reproductiva.
- Puesta en marcha de 180 brigadas médicas en las que se han atenido a 23.696 personas, de las cuales un 49,8% han sido mujeres y jóvenes, 46,5% menores de cinco años y 24,3% hombres adultos.
- Reparto de 1.724 mosquiteras para la protección de la malaria, especialmente a unidades de convivencia en situación de mayor riesgo, con mayor presencia de mujeres embarazadas y/o menores.
- Realizados 30 talleres de promoción de la salud menstrual en los que participan 703 adolescentes (605 mujeres y 98 hombres) y 6 profesoras.