Cáritas Valencia inicia la fase de respuesta a la emergencia tras la Dana de Valencia

La entidad ha recaudado 13 millones de euros que serán destinados íntegramente a las personas afectadas en la diócesis de Valencia

Cáritas Diocesana de Valencia ha iniciado la fase de respuesta a la emergencia para seguir acompañando a las personas de las 43 poblaciones afectadas por las inundaciones que siguieron a la Dana que azotó a la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. En todas estas poblaciones, hasta 591 personas voluntarias ya acompañaban desde 54 Cáritas parroquiales a muchas de estas personas antes de la tragedia, y desde que esta se produjo, han intensificado sus tareas de acompañamiento y apoyo.

En palabras de Aurora Aranda, directora de Cáritas Valencia: «Nuestro voluntariado ya estaba en las zonas afectadas cuando se produjo la catástrofe, por lo que no han tenido que desplazarse allí; pero, además, en estas primeras semanas, las comunidades parroquiales, la Iglesia entera se ha volcado con las personas afectadas y se ha involucrado en tareas de limpieza, reparto y acompañamiento».

Tras abordar una primera fase de impacto y rescate, en la que Cáritas Valencia ha tratado de responder a las necesidades más básicas y urgentes de las personas afectadas y contactado con las personas voluntarias que se encuentran en estas poblaciones para conocer su situación y poder acompañar cualquier iniciativa o demanda de los equipos, la entidad, de la que forman parte más de 5000 personas voluntarias, inicia ahora la segunda fase de respuesta a la emergencia. En ella, el personal contratado, con un significativo refuerzo en las zonas afectadas y el voluntariado se están centrando en la evaluación y el análisis de las necesidades de las personas afectadas. En esta segunda fase y en la tercera, de rehabilitación y reconstrucción, se están poniendo a disposición de las familias y personas afectadas , a través de las Acogidas de las Cáritas parroquiales, las ayudas y donativos recibidos de más de 25.000 personas, entidades y empresas de todo el Estado y de fuera de nuestro país, hasta un total de 12 millones de euros.

Así, Cáritas Valencia está desarrollando acciones relacionadas con su trabajo de acompañamiento y cercanía a las personas, concretado en acciones de respuesta a: ayudas a necesidades básicas para familias especialmente vulnerables, ayudas al pago de soluciones habitacionales y a la reconstrucción de viviendas; apoyo a programas de empleo y rehabilitación de medios de vida; asesoramiento social, legal y laboral y atención psicosocial.

Nuestra actuación, además, está teniendo una mirada especial a dos sectores de la población especialmente vulnerables. Por un lado, los niños, niñas y adolescentes que han perdido sus espacios, tanto formales como informales (colegios, institutos, parques, lugares de ocio, espacios deportivos,…), además del impacto emocional y psicológico que esta situación ha tenido en sus vidas. Por otro lado, tendrá en cuenta a las personas mayores que se han encontrado con situaciones de soledad, de pérdidas, tanto materiales como personales, que necesitarán de nosotros un especial cuidado y atención de su realidad.

En la tercera fase de la emergencia, de rehabilitación y reconstrucción, «estas ayudas más directas a familias convivirán con proyectos más globales de apoyo y atención integral a personas y colectivos, no solo de atención a las personas a las que ya atendíamos antes del día 29 de octubre, sino a todas las que hayan sido afectadas y necesiten apoyo económico y emocional para la reconstrucción de sus vidas», según ha añadido Aurora Aranda.

Lo que estamos haciendo

Durante los primeros días, la atención de nuestro personal técnico se realizó, por un lado, a través del contacto telefónico o presencial, en aquellos casos que fue posible, para conocer el estado de la población y de las personas voluntarias y, por otro, se destinó a dar respuesta a las necesidades más inmediatas y urgentes de alimentación, higiene y limpieza. Asimismo, se iniciaron las tareas necesarias para canalizar la ayuda que iba llegando desde distintos lugares y por diferentes medios.

Por ejemplo, en Chiva: «Los puntos de reparto de Cáritas y del colegio de las monjas están atendidos por Cáritas y por las Juventudes Marianas Vicencianas, el grupo joven de la parroquia que también acude a los lugares más aislados. En el Ayuntamiento se instaló el reparto más importante con todo lo necesario», explica la voluntaria de Cáritas Chiva, Luisa Bosch, que también ha añadido: «hemos sentido que todos somos comunidad».

Algunos economatos, aunque dañados, pudieron reorganizarse en menos de cinco días, y han estado dando respuesta desde estos primeros momentos, con el apoyo de Cáritas Valencia. A ellos, han podido sumarse, a medida que ha sido posible, dependiendo del nivel de daños sufridos, otros equipos de las distintas poblaciones.

A pesar de las dificultades para acceder a las poblaciones por el grave estado de las carreteras, las comunidades parroquiales han estado colaborando en las tareas de limpieza, rescate y soporte de necesidades más urgentes que se hayan podido plantear.

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