Ante el alarmante incremento de la frecuencia de las expulsiones y devoluciones de personas refugiadas y solicitantes de asilo en las fronteras marítimas y terrestres de Europa, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, hace un llamamiento a los Estados para que detengan e investiguen estas prácticas.
“ACNUR ha recibido un flujo continuo de informes según los cuales algunos Estados europeos están restringiendo el acceso al asilo, devolviendo a personas después de haber alcanzado su territorio o sus aguas territoriales y empleando violencia contra ellas en las fronteras”, afirmó Gillian Triggs, Alta Comisionada Auxiliar para la Protección de ACNUR.
“Las devoluciones se llevan a cabo de manera violenta y aparentemente sistemática. Las embarcaciones que transportan a personas refugiadas son remolcadas hacia los puntos de origen. Una vez que alcanzan tierra firme, las personas son reunidas y nuevamente empujadas a hacer la travesía por mar. Muchas personas han denunciado casos de violencia y abusos por parte de las autoridades”.
Las personas que llegan por tierra son también objeto de detenciones informales y son devueltas a la fuerza a países limítrofes sin la menor consideración de sus necesidades de protección internacional.
Obligaciones de los Estados
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, la Convención Europea de Derechos Humanos y el derecho de la Unión Europea exigen que los Estados protejan el derecho de las personas a solicitar asilo y a la protección contra la devolución o refoulement, incluso si ingresan de manera irregular en el país. Las autoridades no pueden denegar el acceso de manera automática, ni devolver a personas sin llevar a cabo una evaluación individual de las necesidades en materia de protección.
“El respeto de la vida humana y de los derechos de los refugiados no es una elección, sino que es una obligación legal y moral. Si bien los países tienen el derecho legítimo a gestionar sus fronteras conforme al derecho internacional, también tienen que respetar los derechos humanos. Las devoluciones inmediatas o pushbacks son sencillamente ilegales”, explicó Triggs.
“El derecho a solicitar asilo es un derecho humano fundamental. La pandemia de COVID-19 no es excusa para excepciones: es posible protegerse contra la pandemia al tiempo que se garantiza el acceso a procedimientos de asilo justos y expeditos”.
Investigación de denuncias
ACNUR ha dejado claras estas preocupaciones a los Estados europeos. La Agencia de la ONU para los Refugiados hace un llamamiento para que se investiguen de manera urgente las denuncias de violaciones y malos tratos basadas en testimonios creíbles, corroborados por organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y otras fuentes de información de libre acceso.
“Defendemos la creación de mecanismos nacionales independientes de seguimiento para garantizar el derecho al asilo, prevenir violaciones de derechos en las fronteras y garantizar la rendición de cuentas. El Pacto Europeo también propone el seguimiento independiente y nosotros instamos a los Estados Miembros de la Unión Europea a apoyar esta medida”, comentó Gillian Triggs.
Cifras de llegadas, a la baja
Las cifras de llegadas a la Unión Europea siguen descendiendo año tras año. El número de personas que llegó por tierra y mar en 2020 (95.000) supuso un descenso del 23% en comparación con 2019 (123.700 personas) y un 33% en comparación con 2018 (141.500 personas).
“Con tan pocas llegadas a Europa, la situación debería ser manejable. Es lamentable que la cuestión del asilo se siga politizando y usando como elemento de división a pesar de estas cifras cada vez menores”.
ACNUR reconoce que algunos Estados soportan una responsabilidad desproporcionada en la recepción de las nuevas llegadas. ACNUR hace un llamamiento a los demás Estados europeos y a la Unión Europea para que muestren su solidaridad y les brinden su apoyo.
ACNUR insta además a los países europeos a que respeten sus compromisos actuales en materia de protección de personas refugiadas y admitan a solicitantes de asilo en sus fronteras, los rescaten en el mar y permitan su desembarco y registro, y den su apoyo a nuevos solicitantes de asilo.
ACNUR está dispuesto para prestar su apoyo a los Estados para que respeten sus obligaciones internacionales en materia de asilo.