De norte a sur global, de socialdemocracias a estados neoconservadores, los factores externos cambian y ello produce expresiones de violencia más o menos exacerbadas: tolerancia social y normalización, conflicto armado, impunidad. La raíz de esta violencia, en cambio, es la misma, es ilimitada, se extiende más allá de las fronteras, enredándose en los subsuelos del sistema con las violencias propias de un modelo de producción y de sociabilidad capitalista neoliberal: violencias que son producto de la misoginia, del racismo, el clasismo y la aporofobia, la heteronorma, la homofobia, transfobia, entre muchas otras expresiones de violencia estructurales.
Ante esta realidad insostenible, Mundubat Fundazioa y sus socias en los países en los que incidimos en pro de impulsar procesos de transformación estructural, vienen trazando recorridos de lucha, acción y resistencia feminista que afloran en contextos diversos, respondiendo a las necesidades coyunturales y locales a través de múltiples expresiones y formas, pero todas ellas se articulan entre sí con el foco puesto en el horizonte revolucionario feminista que precisa de una estrategia unificada, sorora, que entiende la lucha por el cambio en clave estructural.
Suma de luchas feministas
Este 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, queremos compartir el fruto del trabajo realizado por las mujeres de Mundubat y todos los movimientos y organizaciones asociadas, desde diversas latitudes, que nos ha permitido constatar lo siguiente: que la suma de muchas luchas feministas locales trasvasa la mera suma de las partes, de manera que entran en sinergia y logran construir una inteligencia propia, una propuesta que toma una vida propia, una capacidad que permitirá, además de ser producto social de un entorno o un contexto “que en principio parece venir dado”, ser a su vez un gran agente social colectivo de creaciones y transformaciones profundas.
Esas expresiones y voces que se articulan, que provienen desde los pulmones y las cuerpas de mujeres desde Bolivia, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Palestina y Sáhara Occidental, serán este 25N las piezas que componen el mensaje poliédrico que les queremos hacer llegar hoy: el mensaje de reconocimiento y valorización del trabajo de muchas mujeres remando en la misma dirección, con la capacidad de narrar las inequidades y las violencias políticas, económicas, sociales en clave decolonial, y de activar cambios a través de luchas interconectadas en un sentido amplio.
Especial 25N en la web de Mundubat.