La Comunitat Valenciana es la comunidad autónoma líder en inversión en cooperación internacional, aunque con un porcentaje que no alcanza lo estipulado por la legislación vigente y con múltiples retos y posibilidades de mejora en su gestión, así como en la implicación de la sociedad valenciana.
Es la principal conclusión del encuentro “Comunitat Valenciana es cooperación. V Jornadas de cooperación descentralizada desde nuestros pueblos y ciudades”, un evento que ha reunido el 16 de abril, en el Centre Cultural La Beneficència de València, a más de 150 personas representantes políticas y miembros del funcionariado público, así como de las Universidades, colegios profesionales, empresas, sindicatos, agencias de Naciones Unidas, organizaciones sociales y ONGD valencianas.
Las jornadas, organizadas por la Coordinadora Valenciana de ONGD, han contado con la participación de Susana Camarero, Vicepresidenta Segunda y Consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda de la Generalitat Valenciana, Ignacio Grande, Secretario Autonómico de Familia y Servicios Sociales, Pedro Carceller, Director General de Inclusión y Cooperación al Desarrollo, y representantes de 32 Ayuntamientos, incluyendo a 5 alcaldes y alcaldesas.
Durante su realización, se han ofrecido los últimos datos y se ha debatido sobre propuestas para la reforma de la política pública de cooperación internacional y solidaridad desde las Administraciones públicas valencianas. Entre otras, se ha remarcado la necesidad de aumentar los presupuestos para alcanzar los objetivos marcados por la Ley de Cooperación, al tiempo que se ha incidido en la desburocratización de los trámites administrativos que detraen esfuerzos de los verdaderos fines de las iniciativas de cooperación internacional.
Centradas en el concepto de cooperación descentralizada, aquella que parte de las autoridades locales, redes y otros agentes locales, las jornadas han servido para poner en valor este modelo como política de cooperación única y ejemplar. Como destaca Cristina Ramón, presidenta de la Coordinadora Valenciana de ONGD:
“Es un modelo muy cercano a la ciudadanía y desvinculado de intereses geoestratégicos, económicos y políticos, que atiende directamente las verdaderas necesidades y prioridades de las comunidades con las que trabaja: educación, sanidad, emprendimiento, agricultura y derechos de las mujeres, entre otras muchas”.
En esta línea, Susana Camarero, Vicepresidenta Segunda y Consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, subraya las múltiples ventajas de la cooperación descentralizada:
“Implica un intercambio de conocimientos, experiencias y valores, por lo que jornadas como estas permiten favorecer las relaciones de reciprocidad y aprender buenas prácticas para mejorar nuestras políticas de cooperación”.
Líderes en inversión en cooperación
La Generalitat Valenciana es el gobierno autonómico que más presupuesto dedica en términos absolutos a cooperación, con 72,4 millones de euros en 2024. Como señala Ramón, “no podemos perder ese liderazgo en un contexto internacional con crisis cada vez más extremas provocadas por la emergencia climática, las desigualdades económicas y los conflictos, como la barbarie que se vive en Gaza, la constante amenaza terrorista existente en el Sahel, la guerra civil de Sudán o la violencia que amenaza las comunidades de América Latina. La solidaridad y la cooperación son esenciales ante estos abismos”.
Sin embargo, aún siendo la primera, la inversión supone tan solo un 0,23% del presupuesto de la Generalitat, lo que está bastante lejos del objetivo del 0,7% marcado por la Ley de Cooperación. Como indica Pedro Carceller, Director General de Inclusión y Cooperación al Desarrollo, “la subida de los presupuestos que hemos logrado representa el compromiso de la Generalitat Valenciana con las personas más vulnerables, y os agradecemos que nos instéis a seguir generando una sociedad que transforme nuestra Comunitat Valenciana y el mundo”.
En el caso de las corporaciones municipales, la inversión en cooperación es más variada; en lo alto de la tabla se ubican el Ayuntamiento de Castellón y el Ayuntamiento de Elche, que dedican un 0,3% y un 0,1%, respectivamente, de su presupuesto a las políticas públicas de cooperación. Ello contrasta con otros consistorios como el de Alicante, con un presupuesto total de 1€.
Mejoras en la gestión y en la participación ciudadana
Las jornadas han puesto de manifiesto la necesidad de agilizar la gestión de las políticas públicas de cooperación, especialmente en lo que respecta a la carga burocrática que implica para las organizaciones y el funcionariado la gestión de los convenios, programas y subvenciones. Como señala David Llistar, Director de Justicia Global y Cooperación Internacional del Ajuntament de Barcelona, “es necesario que haya una coordinación entre las instituciones y armonizar los procedimientos administrativos”. En este sentido, se ha propuesto la creación de un espacio de trabajo operativo donde los municipios puedan encontrarse para debatir sobre las políticas de cooperación y la dotación de las instituciones con personal suficiente, formado y estable para gestionar las políticas públicas en la materia.
En cuanto a la participación de la sociedad valenciana, el fortalecimiento del tejido asociativo de los municipios y la comunicación basada en derechos humanos se han postulado como herramientas fundamentales para implicar a la ciudadanía en la respuesta a los grandes retos globales. Como apunta Yolanda Ansón, responsable de comunicación de Farmamundi, “necesitamos creernos, tanto desde las ONGD como desde las Administraciones públicas, que la comunicación es importante y que hay que dejarla en manos de personas especializadas, invirtiendo en ello”.
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