Desde la externalización de la producción de ropa en las fábricas mortales en Pakistán hasta la construcción de presas hidroeléctricas destructivas en Etiopía y Brasil; desde la exportación de productos químicos peligrosos a la India hasta el impulso de proyectos de minería y energía que causan contaminación, conflictos sociales y acaparamiento de tierras. Las empresas europeas son una de las principales responsables de la violación de los derechos humanos y la destrucción del territorio en todo el planeta.
Organizaciones sociales y medios de comunicación de diferentes países europeos de la red ENCO [1] se han coordinado con entidades del Sur Global para documentar algunos de los abusos más flagrantes por parte de multinacionales europeas como Shell, Syngenta, Engie, Salini, G4S o Volkswagen, tanto en Europa como en el extranjero. Estos estudios de caso ilustran cómo frecuentemente las violaciones de derechos humanos son facilitadas por políticas de la UE en relación con el comercio, el cambio climático y el acceso a materias primas. También muestran cómo las empresas europeas a menudo utilizan la responsabilidad social corporativa y otros mecanismos voluntarios para evadir su responsabilidad en los impactos socioambientales que cometen.
Las conclusiones y la realidad que aportan estos estudios de caso son cruciales en el contexto de las negociaciones actuales, dentro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para crear un tratado internacional vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos. Y es que muestran la necesidad de disposiciones obligatorias en oposición a los mecanismos voluntarios, «blandos», impulsados por el sector privado y la mayoría de los gobiernos del Norte Global.
Como se mostró en nuestro informe de octubre de 2018, «El vínculo entre la impunidad empresarial y la UE«, publicado durante la semana de negociaciones del grupo de trabajo de la ONU sobre un tratado vinculante para las empresas transnacionales en Ginebra, la Unión Europea ha tratado de frustrar un progreso real hacia normas vinculantes. En paralelo buscó impulsar su «modelo» preferido basado en mecanismos blandos, no vinculantes y una participación cada vez mayor del sector privado en el diseño de las normas que se aplicarían a estas mismas empresas.
Hoy, cuando el presidente del grupo de trabajo presenta su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre el trabajo realizado para avanzar hacia un instrumento vinculante, publicamos la versión final de los estudios de caso, escrita por una docena de organizaciones europeas y dos de Argentina y Zambia, que se elaboraron junto con el informe de octubre.
Si bien los políticos y ejecutivos de los negocios europeos crean una imagen de respetabilidad, que buscan contrastar con sus competidores de otras regiones, estos estudios de caso muestran la verdad oculta detrás de la fachada de la responsabilidad: un patrón de externalización de los peores impactos ambientales y sociales cometidos por las multinacionales europeas y generados por el consumo europeo. La deslocalización, los mercados de carbono o el dumping ambiental y social para explotar los recursos y el trabajo del Sur Global son parte de los mecanismos que utilizan.
Solo un ambicioso tratado internacional sobre empresas transnacionales y derechos humanos puede proporcionar la responsabilización de las compañías multinacionales por sus impactos y el acceso a la justicia para las personas y comunidades afectadas. Así como también puede conducir a una mayor garantía en el cumplimiento de los derechos humanos y la lucha contra la crisis ecológica, en lugar de culpar u ocultarse detrás de un instrumento para el negocio de las multinacionales como es la ’responsabilidad social corporativa’. Por eso, más de medio millón de ciudadanos europeos han expresado su apoyo a un tratado internacional para empresas transnacionales a través de la Iniciativa Ciudadana Europea «Derechos para las personas, obligaciones para las multinacionales«.
Informe «La UE y la impunidad corporativa» aquí >>
Estudios de caso disponibles en inglés aquí >>