Tras la caída del régimen de al-Assad, 14 años de guerra, entre 470.000 y 610.000 muertos—en su mayoría civiles—12 millones de refugiados y desplazados internos, y 17 millones de personas dependientes de ayuda humanitaria para sobrevivir, Siria ha entrado en una nueva fase de su historia.
A pesar de la incertidumbre de la situación actual, la esperanza solo puede surgir a través del diálogo, el trabajo hacia la reconciliación entre todas las partes implicadas y la comprensión de la profunda complejidad de Siria. Esta complejidad, derivada en gran medida de su riqueza en diversidad étnica, religiosa y cultural, exige esfuerzos conjuntos para garantizar los espacios necesarios para la convivencia y la cohesión social.
Desde las entidades firmantes, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, a las instituciones y al tejido asociativo para que se comprometan firmemente a:
- Trabajar activamente por la paz y el respeto a los derechos humanos:, con acciones concretas que contribuyan a la construcción de un futuro inclusivo.
- Fomentar la convivencia y la creación de espacios de respeto mutuo entre las diversas comunidades que conforman Siria.
- Justicia transicional y la necesidad de un compromiso de la comunidad internacional para ofrecer Justicia, Reparación, Verdad y Garantías de No Repetición, ayudando a la sociedad siria a enfrentar un legado de violaciones masivas de derechos humanos cometidas por el régimen de al-Assad, el Estado Islámico y varios grupos rebeldes, documentadas por organizaciones de derechos humanos.
- Promover acciones para la cohesión social y un diálogo nacional que garantice la seguridad humana, el respeto, la coexistencia y los derechos de todas las minorías. En este sentido, la propuesta desplegada desde 2014 por la Administración Autónoma Democrática del Noreste de Siria es un modelo que puede y debe servir de ejemplo.
Además, la realidad más inmediata nos exige demandar:
- Un alto el fuego integral en todo el territorio sirio, bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Es imprescindible detener las intervenciones militares externas y frenar las campañas de manipulación dirigidas a enfrentar a la población civil. Es urgente abordar los ataques, aún en curso, de facciones armadas respaldadas por Turquía contra ciudades fronterizas bajo la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria.
- Ayuda humanitaria para apoyar a los desplazados internos (según la ONU, desde el 27 de noviembre más de 250.000 personas han tenido que abandonar sus hogares) y a los refugiados que desean regresar a su país. Instamos a los países europeos a no suspender el procesamiento de las solicitudes de asilo para los sirios mientras la situación continue siendo volátil.
Comunicado en inglés, castellano y catalán.