Con algo más de 33,8 millones de euros, la Comunitat Valenciana se sitúa en 2020 como la quinta comunidad autónoma que mayor porcentaje de sus presupuestos consolidados (el 0,14%) dedica a la Ayuda Oficial al Desarrollo, solo por detrás de Euskadi (0,42%), Navarra (0,30%), Extremadura y La Rioja (con el 0,21% cada una de ellas).
Así se desprende del primer estudio comparativo publicado por la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONGD, de la que forma parte la Coordinadora Valenciana de ONGD. En él se explica que, a pesar de la recuperación de las políticas públicas que está teniendo lugar en la mayor parte de la comunidades autónomas, éstas están aún muy lejos de volver a los niveles de inversión registrados antes de la crisis del 2008, y tampoco están cerca de cumplir con el objetivo global de dedicar el 0,7% de los presupuestos a la cooperación en el año 2030.
El estudio -realizado a partir de los presupuestos públicos aprobados antes de la pandemia de la COVID-19, que en algunas comunidades autónomas sufrirán modificaciones-sitúa a la Comunitat Valenciana como la cuarta autonomía que más presupuesto invierte en cooperación en términos absolutos, por detrás de Cataluña, País Vasco y Andalucía, aunque si calculamos la inversión per cápita, la Comunitat Valenciana baja al sexto puesto con tan solo 6,76 euros por persona en todo el año, muy lejos de los 22,33 que dedica Euskadi o los 20,75 euros por habitante que asigna Navarra.
Compromiso del 0,4%
“Está habiendo recuperación en los presupuestos pero está claro que no es suficiente a la vista de los retos enormes a los que nos enfrentamos a nivel global. Además de los devastadores efectos socio- sanitarios de la pandemia de la Covid -19, no para de crecer la pobreza, el hambre y la desigualdad en todos los rincones del planeta y con mayor virulencia en los países más empobrecidos. La Generalitat se ha comprometido a alcanzar el 0,4% de los presupuestos consolidados al final de la legislatura, y hay más razones que nunca para cumplirlo”, asegura Lourdes Mirón, presidenta de la Coordinadora Valenciana de ONGD.
La FAO acaba de hacer público un informe en el que asegura que, después de décadas de reducción, el hambre crónica lleva aumentando en todo el mundo desde hace cinco años, y el impacto social y económico de la COVID 19 puede hacer que otras 130 millones de personas acaben en esa situación. “Hay que sumar esfuerzos para frenar estas injusticias y desigualdades, invirtiendo más en cooperación y repensando el modelo económico de producción y consumo en el que vivimos que, cada vez más, enriquece a unos pocos y empobrece a la mayoría de la población”, añade Lourdes Mirón.
Desigualdad entre comunidades
El informe constata que la recuperación de las políticas de cooperación tras años de recortes y su práctica desaparición en algunas comunidades, incluida la valenciana, está siendo lenta y desigual. En el furgón de cola de las comunidades que menor porcentaje de sus presupuestos consolidados dedica están Aragón, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Comunidad de Madrid y Región de Murcia. Con un 0,14%, la Comunitat Valenciana se sitúa en la parte alta de las comunidades con un nivel de compromiso medio, junto a Andalucía, Asturias, Illes Balears, Cantabria y Catalunya.
Además, la mayor parte de las comunidades autónomas se sitúa lejos de su mejor dato histórico de ejecución presupuestaria. En el caso de la Generalitat Valenciana, ese máximo se produjo en 2008 con 64,8 millones de euros invertidos en cooperación, prácticamente el doble de lo presupuestado este año.
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