Cambio climático, pobreza y desigualdad; los tres desafíos globales. La Madre Tierra está experimentando los peores impactos de la crisis climática. La situación es insostenible. Centenares de miles de personas se reunirán este 24 de septiembre para conmemorar un nuevo Día de Acción Global por el Clima, el movimiento de protesta impulsado por Fridays for Future, Juventud por el Clima.
Alicante, Valencia, Castellón y otras localidades del territorio español se unen a la huelga para exigir medidas inmediatas, concretas y ambiciosas en respuesta a la actual emergencia climática. La jornada se dedicará a exigir justicia frente a la emergencia climática. Las organizaciones se unirán a las movilizaciones en apoyo al Juicio por el Clima y denunciarán al Gobierno su falta de movilización.
Este pleito lo presenta al Tribunal Supremo la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo junto a Juventud por el Clima, Oxfam Intermón, Greenpeace y Ecologistas en Acción. Las ONG convocantes subrayan que el último avance del informe del IPCC muestra con claridad cómo el cambio climático avanza cada vez más rápido y cómo repercuten sus efectos severos en nuestro planeta.
Emergencia global
Colonialismo salvaje, imperialismo dominante, injusticias sistémicas, codicia desenfrenada, capitalismo y globalización. La élite del norte ha causado la destrucción de los países empobrecidos, países marginados y sobreexplotados, países que luchan por sus tierras y por sus derechos. Los problemas y desajustes sistémicos del panorama internacional también han provocado el calentamiento del planeta.
Según el Banco Mundial, en la próxima década, si no se controla, el cambio climático empujará a la pobreza a 132 millones de personas. Las sociedades marginadas están siendo amenazadas. Migraciones forzosas, personas obligadas a evacuar sus hogares, agotamiento de recursos, deforestación, aumento del nivel del mar, calentamiento global y una pandemia mundial. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura alerta de la baja productividad de los cultivos y de la amenaza de la inseguridad alimentaria. El calentamiento del planeta tiene consecuencias devastadoras sobre la agricultura; sequía, fenómenos meteorológicos extremos, plagas, enfermedades, pérdida de biodiversidad. La FAO advierte que después de 2030, la producción alimentaria será gran reto.
Migraciones forzosas
Naciones Unidas estima que hay alrededor de 64 millones de personas desplazadas por los efectos del cambio climático, y ACNUR calcula que el calentamiento global podría empujar al exilio a mil millones de personas en las próximas décadas. El panorama internacional hace previsible que se produzca un incremento significativo de los flujos migratorios; algunos causados por el cambio climático y otros como consecuencia de represiones o conflictos militares. Los conceptos “refugiado climático” y “refugiada climática” todavía siguen sin ser reconocidos, excepto en algunos países del norte como Suecia y Finlandia.
En las próximas décadas aumentaran las emigraciones internas de las llamadas “zonas críticas” hacia lugares con mejores oportunidades de subsistencia. En las “zonas críticas” el cambio climático habrá provocado la escasez de recursos básicos. Las previsiones indican que de aquí a 2050: África al sur del Sahara podría llegar a tener 86 millones de migrantes internos; Asia oriental y el Pacífico, 49 millones; Asia meridional, 40 millones; Norte de África, 19 millones; América Latina, 17 millones, y Europa oriental y Asia central, 5 millones.
Políticas verdes
Las cifras nos ponen en alerta. La amenaza del cambio climático dibuja escenarios terribles. Un aumento de 4°C puede generar un contexto social de escasez y de lucha por recursos esenciales entre pueblos. La región mediterránea, como muestra el informe Cambio climático, impactos y vulnerabilidad en Europa, será una de las más afectadas por los impactos negativos del calentamiento global. Largas olas de calor, escasas precipitaciones y ríos pobres.
Kanta Endoud y Viviane Clement, autoras principales de los informes, defienden que «los países también pueden anticiparse y prepararse para los factores que impulsan la migración, por ejemplo, proporcionando apoyo a las comunidades para la adaptación, diversificando los medios de subsistencia o facilitando la movilidad cuando sea necesario». Con políticas sostenibles de ayuda y cooperación al desarrollo, las migraciones internas por motivos climáticos podrían reducirse en un 80%, según un informe del Banco Mundial. Los gobiernos deben frenar las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para crear resiliencia frente a los actuales y futuros impactos del cambio.
Somos esperanza; tenemos una oportunidad para seguir el camino del desarrollo verde, sostenible, resiliente e inclusivo. Nuestras decisiones son el futuro, determinan los nuevos avances del mundo. Como sociedad, debemos comprometernos y trabajar para reducir las desigualdades, tenemos que prepararnos para estar a la altura de los grandes desafíos del cambio climático. Juntas luchamos por un futuro justo, para defender los Derechos Humanos. Luchamos para proteger a nuestra Madre Tierra. ¡Súmate a nosotras!