Alberto Guerrero recoge la Alta Distinción de la Generalitat al Pueblo Valenciano de los Premios 9 de Octubre en representación de las entidades que trabajan en solidaridad

Cooperante, educador, sindicalista y sacerdote, Guerrero fundó la Coordinadora Valenciana de ONGD y sigue colaborando como voluntario y activista con entidades que trabajan con personas migrantes.

Imagen de la entrega del premio 9 e octubre a Alberto Guerrero

Con una trayectoria de activismo solidario que se remonta a los años 70 del siglo pasado, y que aún mantiene a pesar de su jubilación, el cooperante, educador, sindicalista y sacerdote jesuita Alberto Guerrero ha sido el encargado de recoger la Alta Distinción de la Generalitat al Pueblo Valenciano de los Premios 9 de octubre 2020, en representación de las entidades que trabajan en el ámbito de la solidaridad. Lo hizo portando una mascarilla en la que podía leerse «CIES No«, para reivindicar en el acto el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros, en los que se mantienen detenidos a personas migrantes que no han cometido ningún delito.

Guerrero -de profesión mecánico y que se jubiló como operario de mantenimiento del Hospital La Fe de València- ha participado en numerosas ONG a lo largo de sus cinco décadas de activismo sindical y voluntariado, principalmente en el ámbito de la cooperación y las migraciones. Entre las entidades en las que ha militado destacan CEDSALA, Manos Unidas, ACSUD-Las Segovias, Pau i Solidaritat y Entreculturas. Ha trabajado como cooperante en países como Colombia, Marruecos, Nicaragua, México, Burundi y Albania.

Trabajo con colectivos esenciales

En la actualidad, centra su trabajo voluntario en la Comunitat Valenciana en Comisiones Obreras y el Servicio Jesuita a Migrantes como formador y asesor laboral con migrantes y empleadas del hogar, dos de los colectivos esenciales en esta pandemia, pero que a pesar de su importancia para el bienestar de toda la sociedad, soportan condiciones laborales, sociales y económicas muy precarias y, en ocasiones, de explotación.

“Desde la Coordinadora Valenciana de ONGD, que Alberto Guerrero fundó en 1992, queremos agradecerle toda su implicación y la de una buena parte de la ciudadanía valenciana que ha demostrado que la solidaridad es la mejor vacuna que tenemos en estos momentos contra el coronavirus y sus consecuencias. Si algo está demostrando esta pandemia es que sin cooperación no podremos vencer a este virus global ni superar la crisis económica brutal que está generando en todo el mundo”, explica Lourdes Mirón, presidenta de la Coordinadora.

“Este reconocimiento que hace la Generalitat al pueblo valenciano debe sumarse a un gran refuerzo de las políticas sociales, incluidas las de cooperación, para evitar que el alto coste de esta crisis lo paguen las personas más marginadas, excluidas y empobrecidas. Toda esa experiencia debe también servirnos para darnos cuenta de que las desigualdades que genera nuestro sistema económico nos ponen en serio peligro a todos, y que, por tanto, es imprescindible reformarlo radicalmente, es decir, desde la raíz”, añade Mirón.

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