Este año la Caravana pone el foco en Melilla porque, un año después de la masacre en el paso fronterizo del Barrio Chino con Nador, vuelve a quedar impune el episodio más grave ocurrido en una frontera española en la historia reciente, como antes ocurrió en Tarajal. 73 personas perdieron la vida, 322 resultaron heridas, 77 se encuentran desaparecidas y 470 sufrieron devolución masiva a Marruecos, según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). La opacidad ha sido la respuesta de los gobiernos español y marroquí, así como la omisión de auxilio y las prisas por enterrar los cuerpos en fosas anónimas. Unas 300 personas sudanesas siguen presas en Nador, muchas de ellas condenadas a varios años de prisión como resultado de la violencia de las redadas en los días previos al 24 de junio y tras el intento de cruce. Muchas otras siguen en las calles de ciudades marroquíes expuestas a la violencia, a la miseria y a la persecución policial mientras Sánchez hace gala de la reducción del flujo de personas migrantes que se ha logrado gracias a la colaboración marroquí, obviando el coste humano que ello implica.
Después de 6 años volvemos de nuevo a Melilla porque han pasado muchas cosas. Algunas de ellas positivas porque han sido muchas las y los compañeros que, a pesar de todo, resisten, han ejercido su derecho a migrar y han conseguido saltar la valla durante todos estos años al grito de ¡BOZA! y seguir su viaje hacia Europa. Otras de ellas negativas porque las políticas migratorias, la militarización de las fronteras, las devoluciones en caliente, la Ley de Extranjería, el racismo institucional, etc. siguen provocando sufrimiento, violencia y muerte hasta extremos inconcebibles como lo sucedido en el paso fronterizo del barrio chino.
¿Cómo lo ves? ¿Te embarcas en esta Caravana aunque haya que hacer la mochila un poco antes de lo previsto?
Las y los compas de Carovane Migranti ya están tomando nota también y traen noticias del nacimiento de un nuevo proyecto Mem.Med (Memoria Mediterranea) que marcó la diferencia en los días del naufragio de Cutro en Calabria, ocurrido el 26 de febrero, en en su labor de monitoreo, investigación y acompañamiento a las familias de las al menos 91 víctimas y de las supervivientes.